El Ayuntamiento de Benidorm ha iniciado los trámites para liquidar el actual contrato de explotación, mantenimiento y conservación de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), para posteriormente licitar uno nuevo y cumplir así con una sentencia judicial del año 2014. Así lo explicó ayer el concejal de Aguas, José Ramón González de Zárate, tras aprobar en una Junta de Gobierno Local la liquidación del contrato hecha por los técnicos municipales de Ingeniería y que arroja un saldo favorable al Ayuntamiento de 6.164,24 euros. La misma propuesta incluye solicitar a la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) de la Generalitat Valenciana que emita un certificado en el que se comprometa a financiar el nuevo contrato, como explicaron ayer desde el Ayuntamiento.

El edil de Aguas indicó ayer que «con esta resolución cumplimos con un acuerdo plenario de 2014, en el que la corporación aprobó no prorrogar más este contrato». De Zárate matizó que «hasta ahora no hemos podido dar estos pasos porque en cumplimiento de la normativa y para evitar reclamaciones judiciales teníamos que esperar a que la empresa concesionaria amortizara todas las inversiones que hizo a partir de 2010; una amortización que se completó el pasado enero». Esto ha permitido al gobierno local popular iniciar los trámites para dar cumplimiento al fallo judicial de hace tres años.

No hay que olvidar que el actual contrato data de 1984 y afecta no sólo a la EDAR, sino también a toda la red de colectores y estaciones de bombeo de Benidorm vinculadas a la depuradora. Durante décadas el contrato se fue prorrogando de forma bianual. A finales de 2008, el Ayuntamiento recibió las nuevas instalaciones de ampliación de la EDAR, lo que obligó a modificar el contrato para incluirlas.

En mayo de 2010 se aprobó prorrogar el contrato hasta 2024, acuerdo que anuló el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Para cuando se dictó sentencia, la empresa ya había abonado al Ayuntamiento «dos millones de euros a fondo perdido, que se destinaron a gastos que nada tenían que ver ni con agua ni con depuración», según criticaron ayer desde el gobierno local, y había realizado inversiones en la planta por valor cercano a los 700.000 euros. Unas inversiones y una aportación que la empresa debía amortizar. De ahí que en 2014 el pleno acordara que la empresa seguiría prestando el servicio hasta que hubiera una nueva adjudicataria.

De Zárate señaló ayer que «amortizadas ya esas inversiones es ahora cuando se puede licitar el nuevo contrato, en cuanto recibamos el visto bueno de la Generalitat, que es la que paga el servicio. Esta licitación se llevará a pleno una vez tengamos el compromiso de financiación de la Generalitat y los técnicos finalicen el borrador del pliego de condiciones».

Sobre la duración del contrato, el edil aclaró que «se quiere hacer coincidir su finalización con la del plan de ajuste», para así poder abordar la gestión integral de todo el ciclo del agua a través de una empresa mixta.