Los usuarios del polémico carril bici de Benidorm, que discurre por mitad de la calzada y recorre alguna de las principales avenidas de la ciudad, pueden pedalear ahora por algunos tramos de forma más segura. El Ayuntamiento de la ciudad ha comenzado a instalar en varias partes del recorrido elementos de protección para impedir que los coches invadan el espacio reservado a los ciclistas y puedan acabar provocando un accidente.
Los separadores se han colocado únicamente en algunos tramos del trazado, a modo de prueba piloto, después de que los técnicos municipales lanzaran la propuesta en la comisión municipal de Movilidad. Así lo aseguraron fuentes municipales, que indicaron también que los técnicos habían constatado el riesgo existente en los tramos seleccionados, dado que los vehículos atraviesan con frecuencia la ciclovía para hacer cambios de sentido o dirección sin tener en cuenta la señalización viaria; o bien invaden este espacio reservado para sortear los nuevos badenes que se han creado para limitar la velocidad a 30 kilómetros por hora.
Entre las zonas donde ya está finalizada la instalación de dichos protectores destaca el puente que discurre sobre el Parque de L'Aigüera, que une la zona del Cruce con Alfonso Puchades, así como la parte de esta última avenida en el lado que va en dirección Alicante; en concreto, a la altura de la Clínica Benidorm. A ellos se unirán también otros tramos de esta misma vía, como por ejemplo la conocida como «curva del Number One», donde en pocos días se empezará a asfaltar para extender el carril bici hasta la confluencia con las avenidas de la Comunidad Europea, Comunidad Valenciana y de Europa.
El concejal de Movilidad, José Ramón González de Zárate, explicó que, aunque apenas se han registrado accidentes en esta ciclovía, «el objetivo es poner medios para que sea todavía más segura». Por eso, aunque en un principio el proyecto preveía colocar estos separadores en las zonas con mayor riesgo, el gobierno local no descarta ahora extender estos elementos hasta cubrir todo el trazado, de unos seis kilómetros, que comienza en la avenida de La Vila Joiosa y finaliza a mitad de Alfonso Puchades, aunque en breve se extenderá hasta cubrir toda esta avenida.
Dudas desde el minuto uno
El diseño de este nuevo carril bici, que además de las dos anteriores también abarca toda la avenida de Jaime I y la intersección del Cruce, ha creado polémica desde el minuto uno. Principalmente, porque a ambos lados de la zona reservada para bicicletas discurren todo tipo de vehículos en las dos direcciones, lo que hace que los ciclistas circulen rodeados de coches, autobuses, camiones, motos... y, a juicio de muchos, «demasiado expuestos» a las maniobras de otros conductores. En el lado contrario, desde el área municipal de Movilidad defienden, también desde el primer momento, que la fórmula elegida es la más segura y más eficiente de crear un carril bici y que apenas se han registrado incidentes desde su puesta en marcha. «Y con estos protectores lo será todavía más», agregan.
