«Este local no es del Ayuntamiento, es del pueblo y se debe al pueblo». Jeroni Moncho Pascual, fundador del emblemático restaurante tarbenero Casa Pinet, encabezó ayer la concentración a las puertas de este negocio para mostrar su rechazo al expediente de desahucio ejecutado por el Ayuntamiento de Tárbena para obligarles a abandonar el local en el que se encuentra el restaurante, que es de propiedad municipal. Este desahucio, que si antes no lo remedia un acuerdo les llevará a verse las caras en los tribunales el próximo 20 de abril, supondría el cierre definitivo del establecimiento, fundado en el año 1974 y que, a lo largo de su historia, además de un referente de la gastronomía más tradicional también se ha ganado a pulso el apelativo de último santuario rojo de la provincia de Alicante.

Más de medio centenar de personas acudieron a la llamada de los propietarios de este establecimiento para gritar «Casa Pinet no es tanca», al ritmo de canciones tan representativas como la Internacional o la Muixaranga. También hicieron sonar bocinas u ondear banderas como la del Partido Comunista o la estelada. Y, además, con el anuncio de que no piensan rendirse y lucharán «hasta el final para salvar a Casa Pinet».

«Quieren echar a pique Casa Pinet, pero vamos a ponérselo difícil», afirmó Jeroni Moncho, quien hizo también un alegato sobre el papel que ha jugado su restaurante en todo este tiempo en defensa de la cultura y la lengua valencianas. «Ésta ha sido siempre la casa de todos. En este local estaba el hostal del pueblo y ahora el Ayuntamiento dice que es suyo, pero ni siquiera lo tiene registrado porque es un terreno que han usurpado al pueblo», afirmó entre el aplauso de los congregados. Igualmente, destacó que «si hay que cerrar algo, lo que tendrían que cerrar es el Ayuntamiento y a todos los que están dentro», para finalizar parafraseando la popular canción de Jaume Sisa: «La casa meva és casa vostra si és que hi ha cases d'algú» antes de que ésta sonara al megáfono.