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Benidorm

Un centro social en la jungla

La vegetación y la basura invaden los bajos de un edificio público que sirve de sede para asociaciones locales

Un centro social en la jungla

Podría estar ubicado en medio de la jungla y, al asomarse por la ventana, apenas habría diferencias. Porque,ciertamente, su entorno se asemeja mucho más al de una zona selvática que al de una ciudad plagada de rascacielos. El centro social Pepita Esperanza Llinares Llorca, ubicado en el barrio de La Cala de Benidorm y que sirve como sede de diversas asociaciones sociales de la ciudad, ha sido invadido en los últimos cuatro años por la vegetación sin que el Ayuntamiento nunca hiciera nada por remediarlo. Así lo aseguran vecinos de la zona, que lamentan el estado de abandono en el que se encuentran prácticamente desde su inauguración en 2013 los alrededores de dicho edificio público, cuyos bajos, diáfanos y sin tabicar, también sirven en ocasiones como refugio de okupas.

Como puede apreciarse en las imágenes que acompañan a esta información, la maleza campa a sus anchas y sin control. También, los grafitis en las paredes de lo que debía ser un sótano, donde igualmente se acumulan cartones, papeles, restos de envases y hasta un colchón lleno de suciedad.

Para los residentes en edificios cercanos, entre ellos las viviendas de protección oficial de alquiler para mayores y jóvenes, la imagen de este centro social «no es ni mucho menos la que debería ser. Y, menos aún, siendo del Ayuntamiento». Por ello, reclaman al Consistorio que limpie y adecente la zona cuanto antes ya que, como critican: «Si esto estuviera en pleno centro, lo habrían mantenido desde el primer día, pero como está en La Cala se creerán que no lo ve nadie».

Estudiando alternativas

Lejos de escurrir el bulto por la obviedad de la situación, fuentes del gobierno local reconocieron que el estado en el que está el Pepita Esperanza Llinares «no es el más óptimo. Somos conscientes de que los bajos de este edificio están como están, pero hasta ahora ha habido otras prioridades que atender antes que ésta», agregaron.

Los populares aseguraron que la jungla en la que se ha convertido la parte baja de este edificio «no es nueva», sino que «lleva años en la misma situación» y afirmaron que, cuando todavía estaban en la oposición, «ya denunciamos que el anterior gobierno local del PSOE agotó todo el presupuesto de la obra y dejó el edificio sin terminar».

Entre las alternativas que baraja el ejecutivo para poder mejorar su estado destacan, por un lado, la posibilidad de tabicar las paredes de la planta baja y crear un sótano o un espacio multifuncional; y, por otro, la creación de huertos urbanos, que podrían ser cultivados por usuarios de las asociaciones que tienen allí su sede. En cualquier caso, estas fuentes no pudieron avanzar fechas sobre cuándo se actuará y dijeron que no será de forma inmediata.

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