? El Pepita Esperanza Llinares nació de un ambicioso proyecto que preveía dar a este espacio un uso de centro de día para mayores. Su construcción se inició en 2010, con cargo al Plan E-II y un presupuesto de 605.000 euros, a los que después de sumó un modificado con un sobrecoste del 10%. El gobierno local de la época, del PSOE, tuvo que desistir de su idea de crear un centro de día debido a los costes de equipamiento y de personal requeridos, de modo que, tras un año de retraso en las obras, estuvo otro año cerrado hasta que finalmente se inauguró en 2013, reconvertido en centro de asociaciones. En la actualidad, tienen allí su sede la Asociación de Minusválidos (Asmibe), la de Personas Sordas (Apesobe), la de Enfermos Mentales (Afem), la de Fibromialgia (Asofiben) y la AECC.