El descalabro económico que han sufrido los hoteles de la Costa Blanca por las reclamaciones falsas de clientes británicos, con el fin de recuperar el dinero de su estancia, ha obligado a los alojamientos a tomar medidas de excepción para blindarse y evitar más pérdidas. Así, una de las primeras decisiones que ya están tomando los responsables de muchos establecimientos, de cara a la temporada alta, es reducir el cupo que se reserva para los touroperadores de Reino Unido, como aseguraron ayer a este periódico fuentes de la patronal hotelera Hosbec.
No hay que olvidar que la vía por la que los clientes británicos logran ejecutar esta picaresca, que ya ha generado agujeros millonarios para los negocios hoteleros en toda la provincia con especial incidencia en Benidorm, es la de los touroperadores. El procedimiento es sencillo. El cliente presenta una reclamación ante el mayorista con el que han contratado su paquete de vacaciones. En la queja alegan haber contraído cualquier tipo de indisposición estomacal durante su estancia, que achacan a la ingesta de un alimento en el alojamiento en cuestión. Acto seguido, el touroperador acepta la queja y deriva automáticamente las cargas económicas de la misma al hotel que corresponda. Así, el establecimiento afectado no sólo pierde el importe de la estancia si no que, además, debe correr con los gastos por la asistencia legal.
Indemnización y asistencia
Se da la circunstancia de que, en la mayoría de ocasiones, los gastos por asistencia legal son infinitamente superiores a la cuantía que se abona a los clientes, en concepto de indemnización. Así, si el turista percibe 500 libras (590 euros) por su supuesta intoxicación, el abogado que ha gestionado la reclamación puede llegar a embolsarse hasta la friolera de 5.000 libras (5.900 euros). Un negocio redondo para los letrados de Reino Unido, que han visto en esta práctica un auténtico filón. Tanto es así, que cada vez son más los profesionales del Derecho que se trasladan a ciudades turísticas como Benidorm, durante algunos meses del año, para animar a sus compatriotas a registrar quejas con el suculento reclamo de recuperar el importe de sus vacaciones en España.
Todo ello explica que, durante el pasado verano, los hoteles de ciudades como Benidorm vieran disparar el número de reclamaciones que presentaban sus clientes de Reino Unido. Lo que, a efectos prácticos, se ha traducido en pérdidas millonarias para los alojamientos.
Blindaje y solución
Por ello, los responsables de los hoteles de la Costa Blanca, especialmente de Benidorm -ciudad turística por excelencia, que vive en buena parte del mercado británico- hayan decidido poner coto a esta práctica que está amparada por la legislación británica. Así, además de mantener encuentros con las autoridades de Reino Unido con el fin de que revisen la normativa en este sentido, los hoteleros abogan por imponer nuevas condiciones a mayoristas como Thomas Cook, Jet2holidays o TUI para blindarse ante las reclamaciones falsas.
Los hoteles están dispuestos a rebajar el porcentaje de plazas que reservan a los grandes mayoristas para «reducir el nivel de riesgo» que están asumiendo dadas las circunstancias, como explicaron ayer desde la patronal Hosbec. De momento, no se ha calculado la caída real del cupo que se reserva a los operadores, pero por ahora es la principal salida que han encontrado los responsables de muchos establecimientos hoteleros ante la compleja situación.
Otra vía complementaria es la de elevar las tarifas para las plazas que reservan a los grandes mayoristas británicos. Una decisión que llevaría a muchos visitantes de Reino Unido a contratar sus vacaciones recurriendo a vuelos de bajo coste y venta online. O dicho de otra forma, sin necesidad del tradicional paquete turístico que gestionan los touroperadores. Algo que justificaría la reducción de plazas reservadas para la touroperación, que se convertirían en un producto más costoso y exclusivo no apto para la clase media inglesa y que pondría en cierto modo límites a la estafa promovida por los abogados británicos, que ha desbaratado las cuentas de los empresarios del sector turístico de la provincia y, en especial Benidorm.
Romper relaciones
Pese al abanico de soluciones para intentar frenar las prácticas abusivas de los letrados británicos, algunos hoteles -de forma aislada- han optado por reducir el riesgo a cero y cortar de raíz las relaciones con los grandes mayoristas de cara al próximo verano, como admitieron ayer desde la patronal. Aunque no se trata de una decisión definitiva y esperan retomar las relaciones para la siguiente temporada.
En esa misma línea, fuentes de Hosbec ensalzaron que la intención no es acabar con el negocio de la touroperación, sino poner coto, por ahora, a una problemática que les viene generando graves pérdidas económicas.
