El pleno ordinario del mes de febrero, que está previsto celebrar el próximo lunes, no será todavía el pleno de los presupuestos. Y ello, a pesar de estar a las puertas de comenzar marzo y de que la ley establece la obligatoriedad de que las administraciones públicas aprueben sus cuentas anuales antes de finalizar el año anterior. Pero Benidorm, una vez más, será «different».

El gobierno local de la ciudad, del Partido Popular y que gobierna en minoría, admitió ayer que no tiene previsto elevar todavía a debate la previsión del ejercicio económico 2017 al no contar con suficientes apoyos para sacarla adelante. O, en palabras del propio alcalde, Toni Pérez: «Si 14 concejales han afirmado que no van a votar las cuentas hasta que no tengan la liquidación del presupuesto de 2016, lo que digamos los otros ocho concejales poco importa», tras lo cual afirmó que esta liquidación ya ha sido trasladada al resto de grupos, pero entienden que no habrá tiempo de aquí al lunes para poder estudiarla en profundidad. De ahí, dicen, el aplazamiento del debate presupuestario.

En el lado contrario, tres grupos de la oposición, PSOE, Liberales y Compromís-Los Verdes, se plegaron ayer en bloque y exigieron al PP que eleve las cuentas el lunes al pleno, a la vez que le acusaron de estar «mercadeando» para conseguir el voto favorable de otros grupos que no están en el gobierno, como Cs o Ciudadanos por Benidorm. Rubén Martínez, portavoz de los socialistas locales, instó al gobierno local a «dejar de buscar pactos ocultos y excusas y cumplir con lo anunciado, ya que el alcalde dijo en una junta de portavoces que los presupuestos se incluirían en el pleno del próximo lunes, día 27». Además, criticó que Pérez intente conseguir apoyos «a cambio de incluir propuestas que luego no cumple».

Por su parte, el edil de Compromís, Josep Bigorra, también se refirió a este anuncio del primer edil y detalló que, entre la documentación que aún no se ha facilitado a la oposición, figura la Relación de Puestos de Trabajo, el anexo de subvenciones, la memoria, el informe de fiscalización de intervención y las bases de ejecución del presupuesto de 2017. En cualquier caso, dijo que su grupo ya tiene preparadas distintas enmiendas.

La liberal Gema Amor criticó que la palabra del alcalde «no tiene ningún valor» y lamentó que «su estrategia es retrasar la aprobación de los Presupuestos hasta alcanzar un acuerdo con los dos grupos de "ciudadanos", quienes demuestran una vez mas estar en connivencia con el PP, aún a costa de seguir incumpliendo la Ley y a sabiendas de que van a seguir engañándoles».