La instalación de un nuevo turbocompresor de levitación magnética, que ya está en funcionamiento desde hace unos días, permitirá a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Benidorm mejorar el tratamiento biológico de estas aguas. Así lo han explicado hoy fuentes municipales, que han señalado que esta nueva maquinaria propiciará también un «importante ahorro en el consumo energético y una reducción de los costes económicos y ambientales», según el alcalde Toni Pérez.

El nuevo turbocompresor que da servicio a la EDAR ha sido sufragado por el Ayuntamiento de Benidorm, con una inversión de 120.000 euros. La función de esta máquina de grandes dimensiones, es la de aportar más cantidad de oxígeno al agua en la fase del tratamiento biológico, lo que favorece la depuración.

La Edar de Benidorm recibe las aguas residuales de la localidad, y de otros municipios de la comarca como L'Alfàs del Pi y una parte de los términos de Finestrat y de La Nucía. Con un coste anual cifrado en 4,2 millones de euros, tiene una capacidad de tratamiento de 63.000 metros cúbicos diarios y es una de las mayores de la Comunitat.

El alcalde ha afirmado que la inversión realizada por el Ayuntamiento ha servido de «locomotora», puesto que también se ha logrado el compromiso de la Generalitat de «invertir en otro turbocompresor de similares características», que se instalará a lo largo de este 2017.

El regidor ha aprovechado para reclamar financiación desde la administración autonómica hacia la Edar, porque, según ha asegurado, «hace tiempo que no se invierte como se debería». A este respecto, Pérez ha propuesto que la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) «recupere el fondo de mejoras».

La última inversión supramunicipal efectuada en la instalación fue el pasado año, cuando la Diputación de Alicante destinó 360.000 euros en seis actuaciones en varias estaciones para garantizar el bombeo en los momentos punta de consumo y reducir al mínimo las averías.