Las secuelas que el fuerte temporal vivido en la provincia hace algo más de una semana dejaron sobre la red de suministro hídrico de la Marina Baixa siguen presentes en muchas localidades de la comarca. Así, mientras los ayuntamientos de La Nucía y La Vila Joiosa acabaron ayer con el veto impuesto sobre el consumo de agua del grifo a sus vecinos -en el caso vilero sólo a los de la partida del Torres- ante la reducción de los parámetros de turbidez en los caudales, los consistorios de Altea, Finestrat y l'Alfàs todavía mantienen las restricciones y tan sólo permiten el uso para la higine personal, como confirmaron desde las diferentes administraciones locales.

La bajada de los niveles de turbidez del agua que llega a los grifos de La Nucía y la partida del Torres de La Vila Joiosa permitió ayer acabar con el veto sobre el consumo. Así lo corroboraron los análisis realizados por la Dirección General de Salud Pública, que propició la vuelta a la normalidad.

En cambio, tanto en l'Alfàs del Pi como en algunas zonas del Finestrat el agua del grifo sigue estando restringida tanto para beberla como para cocinar. Aún así, la reducción de los parámetros ha permitido levantar el veto al uso para la higiene personal, como explicaron ayer desde los diferentes gobiernos locales.

En el casco urbano de Altea también se ha levantado la restricción del agua del grifo para uso higiénico mientras que en las viviendas del extrarradio como Montahud, Bello Horizonte, Barranquet, Racons, Pasqualet o el Pla del Castell se mantiene vetada tanto para duchas como para beber o cocinar, como explicaron fuentes municipales.

No hay que olvidar que las restricciones comenzaron a decretarse entre el lunes y el miércoles de la pasada semana a raíz de los altos niveles de turbidez que presentaban los líquidos que llegan a los grifos de buena parte de la comarca. Este hecho ha obligado a más de 70.000 vecinos a comprar agua embotellada durante los últimos días para beber, cocinar o tomar una ducha.