Los municipios de la Marina Baixa que han sufrido en el último mes hasta dos episodios de restricciones en los usos del agua del grifo por la alta turbidez que presentaban los caudales tras las fuertes lluvias ha hecho reaccionar a los equipos de gobierno de las diferentes localidades afectadas. Así las cosas, desde distintos puntos de la comarca se anunció ayer la puesta en marcha de diferentes actuaciones para garantizar la potabilidad del agua del grifo tras las precipitaciones y evitar de cara a un futuro nuevos vetos sobre el consumo que han obligado a más de 60.000 vecinos a desplazarse hasta los supermercados a comprar botellas tanto para beber, cocinar o ducharse.

Una situación que ha dejado imágenes de lo más controvertidas en localidades que aspiran a convertirse en focos de turismo deportivo, como el caso de La Nucía, o que ya cuentan con una importante actividad hotelera, que creció a la sombra del gigante Benidorm, como Finestrat o l'Alfàs del Pi. Por todo ello, los dirigentes de estas localidades anunciaron ayer la intención de desarrollar proyectos para asegurar la potabilidad del agua del grifo por mucho que llueva con la instalación de potabilizadoras o sistemas de filtraje. Un método con el que ya cuenta la ciudad de los rascacielos desde hace años -a través de una inversión municipal millonaria-, que ha evitado a la capital turística de la provincia dar una pésima imagen a sus miles de visitantes extranjeros.

En La Vila Joiosa también cuentan con una potabilizadora que, pese a funcionar a pleno rendimiento, no ha podido mantener intacta parte de la red municipal. Así, el gobierno local anunció ayer que el suministro de la partida Torres quedaba vetado al consumo humano. Pese a ello, el resto de la localidad ha podido seguir bebiendo agua del grifo con total normalidad.

Todo lo contrario a lo que ha sucedido en La Nucía, Altea, l'Alfàs y parte de Finestrat, donde se ha ido levantando el veto sobre el consumo del agua del grifo a lo largo de esta semana por los altos niveles de turbidez que presentaban los caudales. Idéntica situación a la que se vivió durante las pasadas navidades tras las inundaciones de diciembre. Las fuertes escorrentías por las precipitaciones enturbiaron el agua y obligaron a limitar los usos del suministro.

Dos crisis en un mes

Un mes, dos crisis. Y hasta aquí están dispuestos a llegar desde las localidades afectadas. Así, el alcalde de La Nucía, el popular Bernabé Cano, anunció ayer que ya ha aprobado la construcción de una planta potabilizadora en el municipio, que supondrá una inversión de 1,3 millones de euros y será asumida por Aqualia, empresa concesionaria del servicio de agua. «La nueva infraestructura hídrica acabará con los problemas de turbidez en el agua de La Nucía para siempre», sentenció ayer el primer edil nuciero. Está previsto que se ubique en el sótano del almacén municipal, en el polígono industrial de l'Alberca y que estará lista a finales de este año.

También desde l'Alfàs dieron ayer un paso al frente. El Ayuntamiento tiene previsto instalar junto al depósito ubicado en la zona de Tossal Roig una estación de filtraje que permita gestionar de manera eficaz la red hidráulica del municipio. La redacción del proyecto se prevé que esté lista antes de un mes, según explicó el edil de Urbanismo y portavoz del equipo de gobierno, el socialista Toni Such. «Las obras, que supondrán una inversión en torno a los 450.000 euros, permitirán acabar con los problemas de turbidez del agua en episodios de fuertes lluvias», indicó el concejal.

Asimismo, Finestrat contará en breve con su propio tratamiento de potabilización de las aguas de consumo en la parte sur del término municipal, que agrupa a cerca de unos 10.000 vecinos así como el centro comercial La Marina. Una zona de la localidad que se ha visto afectada por la turbidez. El Consistorio tiene previsto ejecutar unas obras que conectarán la estación de bombeo «Consorcio» de Finestrat con la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) «Terra Mítica» de Benidorm. De este modo, el Ayuntamiento podrá evitar restricciones en el uso del agua potable, explicó ayer el alcalde del municipio, Juan Francisco Pérez.