Niños y adultos con zapatos nuevos, aunque la condición económica de su familia no sea la más deseable después de la crisis. El Club de Leones de Benidorm ha donado a las siete parroquias de la ciudad 240 pares de zapatillas de todas las tallas para que los voluntarios de Cáritas de todas estas parroquias puedan distribuirlas entre las personas con escasos recursos que acuden a esta organización en busca de ayuda para sacar adelante el día a día.

«Cada año se intenta colaborar al máximo posible. Además de la "Operación kilo", centrada en alimentos, se hacen otras aportaciones. Y ésta es una de ellas», explicó el presidente de esta entidad en Benidorm, Vicente Saval.

El motivo de elegir las zapatillas es claro: «Preguntamos cuáles eran las principales necesidades y nos dijeron que el calzado. La ropa, la comida o los juguetes ya están cubiertos con donaciones particulares o de otras entidades, pero nadie piensa en donar zapatos, a pesar de que también es un producto básico. Y más ahora, con la llegada del frío». De ahí que los miembros del Club de Leones no lo pensaran dos veces e invirtieran los algo más de 3.000 euros recaudados en distintas actividades el pasado verano en comprar este material.

Además de calzado, también se distribuirán para los usuarios de Cáritas 500 kilos de golosinas donados a esta asociación por parte de la empresa local Adolfo Murillo, que servirán «para endulzar a niños y mayores», añadió Saval.