A pesar de la alegría con la que la comunidad educativa del Vasco vivió ayer el retorno a las aulas tras las vacaciones navideñas, el centro no olvida que Educación tiene una promesa que cumplir de cara a 2017: la reparación de las grietas del edificio principal del colegio, que llevaron en 2014 a cerrar cuatro aulas que, a día de hoy, aún siguen sin uso. Este hecho obligó a reubicar a los alumnos en otras estancias, lo que obliga, por ejemplo, a tener en los pasillos mesas del comedor. El Consell se comprometió a destinar fondos para arreglarlas en este curso. R. P.
