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Benidorm

Cuenta atrás para el amianto del Vasco

Operarios de una empresa contratada por el Ayuntamiento inician los trabajos para retirar la cubierta de fibrocemento instalada hace 41 años en un colegio público de Benidorm

Cuenta atrás para el amianto del Vasco

Ha habido que esperar meses, si no años, para ver desaparecer el último vestigio de fibrocemento de un colegio público de Benidorm. Pero este material, dañino por contener amianto, tiene más que nunca los días contados. Operarios de una empresa especializada contratada por el Ayuntamiento de la ciudad comenzaron ayer los trabajos previos para retirar la cubierta de uralita instalada sobre el gimnasio y el comedor del CEIP Vasco Núñez de Balboa hace 41 años, cuando se construyó el centro. Lo hicieron después de que el Consistorio haya obtenido los permisos de las direcciones territoriales de Trabajo y Educación para proceder a su sustitución y de que la comunidad escolar de este colegio reclamara en multitud de ocasiones una actuación urgente, que la Conselleria dejó en manos municipales al no poderla atender.

Los trabajos, contratados por 24.075 euros, se iniciaron ayer, aprovechando las vacaciones escolares, para no entorpecer el normal funcionamiento del centro. Y, además, con la previsión de que puedan estar finalizados el 9 de enero, cuando los 306 menores que cursan estudios de Infantil y Primaria en este colegio y todo el profesorado regresarán de nuevo a las aulas. Así lo confirmaron ayer fuentes del gobierno local que, no obstante, matizaron que los 630 m2 de cubierta estarán totalmente retirados, si no hay ningún contratiempo, entre el viernes y el sábado. A parir de ahí, se iniciará la colocación del nuevo tejado, de un material conocido como panel sándwich. «Si en la semana que queda hasta el día 9 no diera tiempo a terminar su instalación, ya no habría ningún problema ni riesgo para la salud de los menores, por lo que los trabajos podrían acabarse aunque ya se hayan retomado las clases», como explicó días atrás el alcalde y también concejal de Educación, Toni Pérez.

Amplias medidas de seguridad

Entre los trabajos que empezaron a realizarse ayer, los operarios instalaron una línea de vida a lo largo de toda la cubierta para poder sujetar los arneses y moverse por el tejado con seguridad. Igualmente, empezaron a retirar las primeras capas de uralita y colocaron pasarelas por las que poderse desplazar de un lado a otro. Todo ello, equipados con monos y mascarillas especiales, debido a las precauciones que la legislación exige tomar por la gran toxicidad del amianto, ya que la exposición al mismo puede incrementar el riesgo a padecer cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias, como la absestosis.

Este motivo fue lo que llevó a la Ampa y al profesorado a reclamar insistentemente una retirada que ahora, por fin, va a ser atendida. El colegio clausuró el pasado mayo el gimnasio por miedo a los riesgos que el amianto podía provocar a la salud de los menores. En el caso del comedor no fue necesario al haber un techo de obra bajo la uralita.

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