Los cuarenta litros por metro cuadrado que han dejado las últimas lluvias sobre Alicante en los últimos cinco días han mejorado el pobre balance de precipitaciones que ha dejado este año la sequía. En total, hasta ayer se recogieron 127 litros por metro cuadrado desde enero, un 36% de lo normal para Alicante, que está en los 325 litros al año, según el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. Las tormentas dejaron 420 rayos en la provincia.

El «premio gordo» de las lluvias se lo llevó la ciudad de Valencia con cerca de 140 litros en 24 horas. Además, la tormenta del domingo obligó a desviar hasta el aeropuerto de Alicante-Elche dos vuelos que iban a Valencia desde Londres y Gran Canaria de la compañía Ryanair.

El mes de noviembre está resultando más lluvioso de lo que vaticinaban los modelos de predicción a comienzos del otoño, pese a lo cual no palía la situación de intensa sequía que se acumula a lo largo de 2016 al sur de la Comunidad.

Según los datos del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, durante la tarde del domingo se registraron lluvias moderadas y «buenas para el campo y el monte» aunque también se generaron tormentas «que en algunos casos dejaron algo de granizo».

De hecho, la Asociación Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante señaló que las últimas lluvias «alivian la agonía del campo alicantino», pero son «insuficientes para atajar la pertinaz sequía». «Los agricultores se muestran aliviados gracias a estas precipitaciones, y más teniendo en cuenta los escasos aportes que se están percibiendo del trasvase Tajo-Segura y la falta de soluciones en el Júcar-Vinalopó», según esta asociación. Las lluvias del domingo y del miércoles pasado «han dado un leve respiro en gran parte de la provincia», indicaron.

Para el Baix Vinalopó las precipitaciones han supuesto casi un riego y favorecen el inicio de la campaña de las hortalizas de invierno en el campo de Elche. En el Alto y Medio Vinalopó se recogieron alrededor de 20 litros, «una lluvia que, en principio, no es necesaria para la uva de mesa, que se encuentra en plena campaña de recolección de la variedad Aledo», precisaron.

En la zona norte, la comarca más beneficiada fue la Marina Baixa, que, «tras una sequía muy persistente que está causando verdaderos estragos en cultivos tan emblemáticos y de gran calado social y económico como el níspero, las lluvias han proporcionado una pequeña tregua», resaltó Asaja.

En general, destacaron los 40 litros por metro cuadrado en Xàbia y los más de 21 litros de Busot, asociados a una pequeña tormenta local que entró desde el mar mientras que en Alicante capital la tormenta afectó de manera «muy irregular» a los barrios y pedanías. Se observaron 4,8 litros en el barrio de Rabasa por 20 en la partida del Rebolledo y en el barrio de La Florida), algo similar a lo que sucedió en Elche. En El Realengo (Crevillent) una tormenta dejó algo más de 20 litros y en Villajoyosa la cifra rozó los 15 (14,8), al tiempo que en algunas zonas del Alto Vinalopó (Beneixama 20,4 y Villena 16,8) y del Comtat (Agres 17) se superaron estos 15 litros con lluvia moderada.

«Noviembre se está comportando mejor de lo que señalaban los modelos de predicción a comienzos del otoño, que hablaban de un mes seco en el litoral mediterráneo», señaló el responsable del Laboratorio, el catedrático Jorge Olcina. En todo caso, el experto advirtió de que las cuantías acumuladas son escasas ya que, por ejemplo, en la ciudad de Alicante se llevan 127 litros desde el 1 de enero cuando la media normal es de 325: «Tendría que habernos caído aquí, lo que ha llovido en Valencia ciudad para mejorar un poco las cosas», dijo.

Este episodio de lluvias es consecuencia del avance de un embolsamiento de aire frío en altura hacia el Estrecho junto con la entrada de vientos de origen marítimo.