El pintor madrileño afincado en Altea, Luis Frutos, vuelve a exponer su obra en la Fundación Frax (Albir, L´Alfàs del Pi), esta vez con la muestra "Escenas enigmáticas", que cuelga en la sala Pedro Delso desde el pasado viernes 25 de noviembre hasta el 15 de enero.

De Luis Frutos señala el crítico Juan Antonio Tinte que "es un pintor cuyas raíces figurativas poco o nada tienen que ver con las tan prolíficas formas de realismo definidoras de gran parte del arte actual".

Para Luis Frutos la realidad es tan sólo un apoyo para la representación de sus sueños y obsesiones, y nunca constituye un tema en sí mismo. Los caminos por los que transcurre la pintura de Frutos, hoy como ayer, se adentran en los intrincados terrenos del subconsciente, sin por ello dejar de ser sendas trazadas en el arte y el oficio de pintar.

En este manojo de lienzos los interiores y exteriores son espacios inventados, artificialmente construidos para dar cabida a figuras que poco o nada tienen de naturales. "En una especie de diálogo surrealista estos autómatas o maniquíes-recortables habitan estáticos el cuadro convertido en caja-perspectiva de decorado teatral a la manera de los interiores metafísicos de De Chirico".

Para Luis Frutos, "la realidad adquiere función de enigmático universo donde los objetos son entes parlantes llenos de misterio magrittiano. La evidencia de las cosas se transmuta así en imagen conceptual llevada al extremo de su desnaturalización para alzarse en motivos autoreferenciales con peso propio dentro de la composición".