El mal estado de las cañerías del hospital también sembró la alarma el pasado mes de junio, cuando una analítica llevada a cabo por Salud Pública detectó la existencia de partículas nocivas en la red. La dirección del hospital tuvo que alertar a pacientes y profesionales de que el agua no era apta para el consumo humano y pedir que no bebiesen agua del grifo para evitar riesgos. Aunque este problema se solucionó en varios días, es una muestra más de los continuos problemas que sufre el centro debido al mal estado de la red de hidrantes. R. P.