Es una cita marcada en rojo en el calendario de muchos británicos. La «Fancy Dress Party» mueve a miles y miles de turistas de Reino Unido que cada año viajan hasta Benidorm para conocer uno de los eventos con mayor proyección de la ciudad fuera de nuestras fronteras o simplemente a repetir una grata experiencia. Un hecho que hace que esta gran fiesta de disfraces se haya consolidado ya como un reclamo turístico más de los muchos con los que cuenta la capital de la Costa Blanca.

Prueba de ello es el lleno total que la mayoría de hoteles de la zona inglesa registraba ayer en Benidorm. «No nos queda ni una habitación disponible», explicaron desde un conocido alojamiento de la zona a la vez que señalaron que, a partir de mañana, «la cosa cambia». «Muchos vienen a cosa hecha por la fiesta y se van», destacaron, aunque si bien es cierto otras estancias tienen una fecha de entrada anterior, coincidiendo con las Fiestas Mayores Patronales, que también atraen aunque en menor medida, al público inglés. Todo ello ha provocado que los mismo hoteles se acabaran ayer sumando a la fiesta inglesa y llegaran a lucir su propia carroza durante el desfile que arrancó a las 16.00 horas.

Hay que tener en cuenta que este año la asistencia al evento ha aumentado con respecto a años anteriores. De hecho, según los primeros datos facilitados por fuentes municipales, se estima que asistieron cerca de 40.000 personas mientras que el año anterior se quedaron en alrededor de 30.000.

Promoción a coste cero

La vistosidad del evento hacía que el público fotografiara ayer cualquier momento de la fiesta y lo compartiera en sus redes sociales. «Es una promoción tremenda la que hacen ellos mismos», explicó ayer Leire Bilbao, gerente de Visit Benidorm. No obstante, la Fundación también ha incrementado este año la promoción de esta cita.