Una gran concentración de personas, un río incesante de alcohol, y mucha, mucha fiesta. Son los ingredientes perfectos de cualquier buena celebración pero también los que pueden acabar transformando una divertida cita en un trágico suceso. De ahí que la «Fancy Dress Party», celebrada ayer en la zona inglesa de Benidorm, contará con un gran despliegue policial con el fin de asegurar el éxito de la cita y evitar cualquier incidente.

En concreto, un total de 40 agentes de la Policía Local vigilaban ayer la zona, entre la plantilla normal y los refuerzos habilitados para la ocasión, según informaron fuentes municipales a este diario. Asimismo, desde la Comisaría también se reforzó el número de efectivos de la Nacional.

Un refuerzo más que necesario si se tiene en cuenta que en las noches previas a la gran fiesta inglesa de disfraces se registraron varios altercados en dos conocidos locales de la «zona guiri». Aunque la sangre no llegó al río al no haber detenciones ni heridos de gravedad, los lamentables sucesos hicieron saltar las alarmas y extremar más si cabe la seguridad de un evento multitudinario que ayer reunió a 40.000 personas en apenas cuatro calles. El evento concluyó sin ningún incidente, al cierre de esta edición.