­La creación de un controvertido carril bici en la avenida de Jaime I, la peatonalización de Armada Española o los problemas que sufren los vecinos a la hora de aparcar en Benidorm se convirtieron en el foco de las críticas durante el Desfile del Humor. Uno de los actos de las Fiestas Mayores Patronales más esperados y que nunca defrauda. En esta edición, sin lugar a dudas, el protagonismo recayó sobre el desplazamiento rodado en la ciudad de los rascacielos y sus vicisitudes. La parodia anoche iba sobre ruedas.

Pasadas las 19.00 horas, las peñas que participaban este año en el desfile comenzaron a salir desde Ruzafa. Una hora más tarde, en Martínez Alejos apenas cabía un alfiler. Hacerse con un sitio casi era misión imposible. Los vecinos y también parte del jurado esperaban ansiosos la representación de cada una de las parodias con las que los peñistas aprovechan para hacer crítica de la gestión del gobierno local o nacional.

Para abrir boca, los integrantes de la peña L´Espardenya se centraron en la situación que viven los autónomos. Bajo el estribillo «yo no soy un súperheroe, soy autónomo» y con coreografía incluida los integrantes de este colectivo sacaron a relucir las miserias de los trabajadores por cuenta propia.

«El Truco Final» fue la segunda parodia de la noche con la que los peñistas de Bavallons hicieron un repaso de la política nacional interpretando a algunos de los personajes claves de este último año. Un logradísimo Mariano Rajoy que se convertía en el maestro de ceremonías de un show en el que Felipe González hacía un truco de magia para transformar a Pedro Sánchez en Susana Díaz o una cabreada Rita Barberá que daba bolsazos al líder del PP por insinuar que debería estar entre rejas hicieron romper a carcajadas a un público entregado a pesar del frío.

Crítica local

La crítica local centró el resto del desfile. Además de los problemas de aparcamiento o la inseguridad del carril bici de Jaime I, varias peñas como Els Coeters o Ni pa tu ni pa mi coincidieron en parodiar al exalcalde de Benidorm Manuel Catalán Chana durante la actuación que el pasado mes de agosto ofreció en Benidorm para recaudar fondos para las Fiestas Mayores Patronales.

Precisamente, las críticas a la Comisión fue otro de los puntos más repetidos en las parodias de carácter local. La escasez de miembros o los conciertos que han organizado durante las celebraciones fueron algunas de las perlas que las peñas aprovecharon para lanzar a los Mayorales de 2016, allí presentes.

Las peñas Sambori y La creilla agitaron en su show conjunto la política local cuando un festero reconvertido en Toni Pérez relataba la situación en el Ayuntamiento: «Compromís fent guardia y el PSOE...», un largo silencio para satirizar sobre la actividad del grupo mayoritario de la oposición.

El poble

La gente del «poble» fue otra de las temáticas que más se repitió durante el desfile. Así, la peña Equisdé hizo una parodia en la que explicaba los pasos a seguir para convertirse en un auténtico benidormense. «Bailar el "peuet" o asistir a las misas de la novena» fueron algunas de las recomendaciones.

También los peñistas de Desbaratats hicieron una composición en la que aparecían desde dos ancianas del «poble» hasta una pareja de turistas británicos. Los protagonistas de la parodia, un matrimonio de vascos, preguntaban por la «calle del coño» y las abuelas benidormenses les mandaban hasta La Cala, donde el portero del Bali les explicaba que para los vecinos de la ciudad es un insulto nombrar de esta forma a Paseo de la Carretera. Una explicación que provocó, de inmediato, los aplausos del público.

Los ganadores de la noche, los peñistas de Els Coeters se alzaron con el primer premio después de calificar el carril bici de Jaime I como «una obra jamás vista» y hacer una divertida crítica sobre la repetición de las damas este año o que los agentes de la Policía Local siempre se reúnen en la misma cafetería. También hicieron alusión al concierto de Catalán Chana o hicieron reir a carcajadas al público cuando una señora del «poble» indicaba que ella tenía preferencia frente al turista de Madrid.