Benidorm vibró ayer prácticamente durante 24 horas de forma ininterrumpida para celebrar el día grande de sus Fiestas Mayores Patronales, el dedicado a su patrona, la Virgen del Sufragio. La misa y la procesión fueron los actos centrales de la jornada en el plano religioso, a los que también se sumó la primera de las tres mascletás del ciclo festero, el tradicional concierto de la Unión Musical de Benidorm, actividades infantiles y actuaciones musicales, entre ellas la del dúo Azúcar Moreno, que tuvo lugar en la plaza del Ayuntamiento.

Un gran bombardeo aéreo disparado a las ocho de la mañana anunció a todos los vecinos del centro del pueblo que el día grande se había iniciado. Por entonces, todavía recorrían las calles los festeros más trasnochadores, paseando las secuelas de su particular «gran noche» del sábado de Fiestas, en la que las calles más céntricas, fundamentalmente La Palma, volvieron a ponerse de bote en bote para mostrar el lado más divertido y hospitalario de los peñistas.

También hasta los topes se puso horas después la iglesia de San Jaime y Santa Ana, a la que los devotos de la patrona acudieron en masa para participar en la misa mayor y obligaron a la Policía Local a acordonar los alrededores del templo, debido a que no cabía ni un alma.

Pasacalles, bandetas y gastronomía típica, como el tradicional puchero con pelotas, sirvieron para reponer fuerzas al mediodía, después de disfrutar de una atronadora mascletà en la plaza de la Hispanidad, con 128 kilos de masa explosiva, que durante seis minutos hicieron temblar el suelo y el corazón de todos los allí congregados.

Por la tarde, calles como el Paseo de la Carretera o la Alameda se llenaron de solemnidad para recibir a las imágenes de Sant Jaume y la Mare de Déu, que recorrieron en procesión el núcleo histórico a hombros de «costalers» y «mariners» y alumbradas por los cirios de las cientos de personas que las acompañaron en su marcha. El disparo de la tradicional Estampeta dio a los festeros un paréntesis para cambiarse trajes regionales y «de mudar» por blusones y zapatillas y poder cenar, antes de regresar a la plaza de San Jaime para dedicar a la Virgen del Sufragio sus tradicionales «copletes».

La meteorología respetó el día grande de la patrona, con temperaturas primaverales que permitieron, incluso, la manga corta en buena parte de la jornada. La ciudad festejará hoy el día dedicado al patrón, San Jaime, aunque la previsión obligará a mirar al cielo por la alta probabilidad de lluvias.