Como una ola que llega desde el horizonte para invadir la playa, más de 3.600 peñistas de Benidorm inundaron anoche de fiesta las calles más céntricas de Benidorm para anunciar la llegada de los días grandes. Una marea de blusones, camisetas, sudaderas, pelucas y todo tipo de ornamentos, con las que los festeros de la Associació de Penyes Verge del Sofratge pusieron fin a la larga espera de estar todo un año contando los días para volver a sacar sus «uniformes» de batalla y poder rendirse a la juerga.

Las diez de la noche era la hora fijada para el comienzo del desfile. Poco antes, los festeros más puntuales comenzaron a copar la parte alta de la calle Ruzafa para tomar posiciones. Allí, miembros de la gestora de la Associació de Penyes, listado en mano, se encargaron de poner orden dentro del ir y venir de personas que, en muchos casos, se reencontraban con viejos amigos con las fiestas como pretexto.

Las reinas de los festejos, Beatriz Amor y Paula González de Zárate, acompañadas de sus damas, también se sumaron al acto, en primera posición, para después recibir desde la tribuna de la calle Martínez Alejos, una por una a las 168 peñas que este año conforman el censo oficial de la Associació.

Este año, por primera vez en las más de tres décadas de historia de este colectivo, no fue la Penya La Soca, sino El Nuc, la encargada de abrir el desfile y arrastrar al resto de festeros, en su condición de peña más veterana. De hecho, aunque La Soca continúa inscrita en el censo peñista, este año sus componentes, entre ellos el exalcalde y concejal Agustín Navarro (PSOE), el edil Conrado Hernández (PSOE) y el exconcejal Francisco Saval (PP), continuarán sin abrir local, como ya ocurrió en los festejos de 2015, aunque sí tienen previsto participar en algunos de los actos, como la Ofrenda de flores que tendrá lugar mañana por la tarde.

Una marea incesante

El elevado número de participantes en la Entrada de Penyes hizo que el acto se prolongara mucho más allá de las dos horas, a pesar de que su arranque se produjo con bastante puntualidad y de que la música de la megafonía instalada a lo largo de todo el recorrido invitaba, cuanto menos, a acelerar el paso al ritmo de los bailes y coreografías que improvisaron los festeros sobre la marcha.

En la tribuna de autoridades, instalada en la calle Martínez Alejos, un miembro de la Associació fue nombrando una por una a las peñas participantes, que al llegar ante los representantes municipales y festeros, recibieron en sus estandartes los corbatines conmemorativos por su participación en las Fiestas Mayores Patronales de 2016, así como otros obsequios, como pines o pegatinas para lucir durante los días de fiestas.

Además del tradicional vestuario peñista, este año uno de los artículos más perseguidos y repetidos por los festeros en su atuendo fueron las zapatillas con luces, que sacaron numerosos grupos durante la entrada para dar todavía más luz a la noche. Igualmente, tocados en la cabeza, tutús o pelucas, con luz y sin luz, se repitieron entre los peñistas que quisieron dar un tono todavía más festivo a este desfile informal.

Finalizado el desfile, que fue seguido por numeroso público, los festeros de la ciudad llevaron el bullicio hasta las zonas donde se ubican sus sedes festeras, en su mayoría enclavadas en el barrio del Calvari, en pleno centro de la ciudad, y con la calle La Palma como la de mayor concentración de peñas por metro cuadrado de la ciudad.

En algunos locales, como los de las peñas L'Emtabuix o L'Àncora, fueron fieles a la tradición que vienen repitiendo año tras año y contrataron bandas de música para amenizar en directo la primera noche de los festejos. Sin embargo, en la mayoría de locales, la música de los equipos y las consumiciones gratis fueron el mejor reclamo para atraer visitas.

Limitación de horarios

Entre las principales novedades de este año, como avanzó días atrás este diario, el Ayuntamiento ha recortado en media hora el horario permitido para poner música en los locales festeros. Las peñas tendrán la obligación de cesar completamente el funcionamiento de los equipos de música a partir de las 5 de la madrugada, y no a las 5.30 como en años anteriores. No podrán volver a encenderla hasta las 10 de la mañana, para que así haya al menos cinco horas de «apagón» que permitan descansar, fundamentalmente, a los vecinos que no participan en la fiesta. Sin embargo, como ya se recogía en años anteriores, el bando también restringe las emisiones acústicas desde bastante antes. Esto es, desde las ? de la madrugada, hora a partir de la cual las peñas podrán mantener la música encendida, a un volumen muy bajo, y siempre y cuando no emitan ningún tipo de ruido hacia el exterior.