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Benidorm

Vecinos de las torres de Punta Llisera piden demoler unas obras ilegales

La comunidad de propietarios de Gemelos 28 solicita una licencia para derribar los escalones que levantaron para crear un acceso privado a una cala

Las restos de las obras siguen en pie. david revenga

La comunidad de propietarios de los dos bloques de Punta Llisera está dispuesta a dar marcha atrás y obedecer el dictado municipal sobre las obras ilegales que iniciaron a principios de este año en los escasos terrenos que separan ambas construcciones del mar. Unos trabajos que fueron paralizados por el Consistorio de Benidorm al considerarlos ilegales y que, meses después, fueron condenados a desaparecer con el fin de restituir la legalidad urbanística en la zona. Una orden que han acatado los vecinos de Gemelos 28 quienes, de hecho, han pedido permiso ante el Ayuntamiento benidormense para el derribo de escalones en la calle Alcalde Manuel Catalán Chana, como se expone en un decreto al que ha tenido acceso este diario.

Con la actuación que iniciaron por su cuenta y riesgo los vecinos de las torres de Punta Llisera se quería habilitar un acceso privado a la orilla del mar, como ya publicó este diario. Hay que tener en cuenta que los dos bloques denominados Gemelos 28 se encuentran a escasos metros de la costa. Tanto es así que el suelo sobre el que se levantaron es de dominio público marítimo terrestre y la Generalitat incluso tiene en mente un proyecto para llevar a cabo su demolición ante una sentencia que anuló la licencia de obra de sendos edificios.

Esa cercanía con el mar llevó a los vecinos a iniciar unos trabajos para habilitar un acceso peatonal y privado a una cala cercana. Sin embargo, el Ayuntamiento, al conocer la existencia de estos trabajos, decretó su paralización y abrió un expediente que consideró que los restos de aquellas obras que todavía permanecen en pie deben ser derruidos.

Sin autorización

Ahora los vecinos ya han solicitado permiso ante el Consistorio para ejecutar el derribo de estos trabajos, según se expone en el decreto de Urbanismo al que ha tenido acceso este diario. No obstante, en el documento se especifica que es Costas quien debe autorizar estos trabajos de demolición al estar ubicados en suelo afectado por el deslinde. Por ello, el Ayuntamiento ha decretado la suspensión del trámite para otorgar la licencia hasta que el organismo en cuestión, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, dé luz verde al mismo.

Hay que tener en cuenta que para la ejecución de estos trabajos el Ayuntamiento de Benidorm no otorgó ningún tipo de licencia y que, después, el Arquitecto Municipal consideró que no eran legalizables. Por su parte, el portavoz de Compromís-Los Verdes, Josep Bigorra, consideró que «cualquier obra que se haga en terreno público tiene que ser demolida porque debe primar antes lo público sobre lo privado».

Un balcón sin vistas

Para más «inri», no hay que olvidar que sobre los terrenos sobre los que se iniciaron los trabajos que, finalmente, serán demolidos, estaba proyectado un mirador. Así se pactó con la promotora de las dos torres.

Sin embargo, este espacio ahora permanece vallado y vetado al paso de vecinos y turistas mientras que aún no se ha avanzado en este último punto que permitiría dotar a Benidorm de un nuevo enclave desde donde vislumbrar unas vistas espectaculares. Un balcón al mar que carece de visitas y que, por ahora, solo está disponible para el uso de los vecinos de las torres de Gemelos 28.

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