Media hora menos de música; cinco horas de silencio. O, al menos, sin que el sonido atronador de los equipos de música se escuche de un lado a otro del casco antiguo de Benidorm, para así intentar conciliar fiesta y descanso de la mejor manera posible. El bando municipal que regula el funcionamiento de las peñas y las sedes festeras para las Fiestas Mayores Patronales de este año, que comienzan el próximo viernes, obligará a los peñistas a cesar la música en sus locales media hora antes de lo que hasta ahora estaba permitido. Esto es, a las 5 de la madrugada, y no a las 5.30 como en años anteriores.
Así lo recoge el documento, firmado por el alcalde Toni Pérez, en una medida que, según explicaron ayer desde el gobierno local, persigue facilitar el descanso a los vecinos, sobre todo a quienes no participan en las fiestas, y también reducir las quejas por ruidos que se suceden un año tras otro en los días grandes de la ciudad.
Con el recorte de media hora previsto para este año, las peñas tendrán la obligación de cesar completamente el funcionamiento de los equipos de música entre las 5 de la madrugada y las 10 de la mañana. No obstante, como ya se recogía en años anteriores, el bando también restringe las emisiones acústicas desde bastante antes. Por un lado, contempla que la emisión de ruidos hacia el exterior de las peñas no podrá superar un máximo de 75 decibelios hasta las diez de la noche; a partir de esa hora, el volumen deberá reducirse hasta los 65 decibelios. Por último, desde las 4 de la madrugada, las peñas podrán mantener la música encendida una hora más, siempre y cuando no emitan ningún tipo de ruido hacia el exterior. O, dicho de otra manera, con un volumen muy reducido para no generar excesivas molestias a los vecinos de viviendas colindantes.
Actuaciones en la calle
Junto a todo ello, tampoco se podrán colocar altavoces que rebasen los 1.000 vatios de potencia dentro de los locales, ni en el exterior de los mismos, aunque éstos estén apagados. La única excepción a esto último serán las actuaciones o conciertos que tengan previsto organizar las peñas en la calle, en los que sí se podrán colocar altavoces y equipos, aunque siempre que hayan sido previamente autorizados por la concejalía de Fiestas y cuenten con un informe favorable de la de Seguridad.
En el caso de que se detecten incumplimientos a esta normativa, el bando establece que se apercibirá a la peña y, en el caso de reincidencia, concede a la Policía Local la potestad de precintar los equipos de música durante 24 horas o de retirarlos por completo si se incumple dicho mandato.
Más control sobre los menores
El concejal de Fiestas, Jesús Carrobles, señaló ayer que la reducción de media hora en el permiso para poner música en las peñas se ha consensuado con el colectivo y tiene como fin tanto reducir las molestias como facilitar el descanso. A ello se suma otro objetivo: ampliar la seguridad, principalmente, en lo referente a las peñas formadas mayoritariamente por menores, que son las que más suelen alargar la juerga por las noches, que en muchas ocasiones acaban con altercados, y sobre las que este año se quiere poner especial control.
