La inestabilidad económica que se vive en Reino Unido a cuenta del desplome de la libra a raíz del «Brexit» no está pasando factura al sector turístico de la Costa Blanca. Más bien todo lo contrario. El temor a que la moneda se siga devaluando -ya ha caído cerca de un 20% en los últimos seis meses- ha provocado que los británicos se pongan las pilas y adelanten la compra de uno de sus bienes más preciados: las vacaciones.

Así las cosas, las reservas inglesas en la Costa Blanca de cara a la temporada alta del próximo año ya han aumentado un 16% con respecto a lo que se había vendido en esta misma fecha del año pasado, como recalcaron ayer desde la patronal hotelera Hosbec. Una tendencia que también suscriben desde la Asociación de Apartamentos Turísticos (Aptur) de la provincia. Este tipo de alojamientos está registrando reservas incluso a casi un año vista, para octubre de 2017.

Hay que tener en cuenta que, por norma general, los visitantes extranjeros suelen comprar sus vacaciones con mayor antelación que el turista nacional, que se sitúa entre los más rezagados y espera hasta el último momento para realizar sus reservas. Sin embargo, este año los británicos se han adelantado al resto de mercados, acuciados por la devaluación de su moneda, cuyo valor ya ha caído cerca de 20 puntos desde que iniciaran el proceso de salida de la Unión Europea.

Pago adelantado

Prueba de ello es que algunos de los británicos que ya han cerrado la compra de sus vacaciones en algún punto de la provincia para el próximo año, ha decidido pagar ya el coste íntegro de sus vacaciones, en lugar de abonarlo en el momento de su estancia o financiarlo durante los próximos meses, como explicó ayer el presidente de Aptur, Miguel Ángel Sotillos.

Además, desde este colectivo también han detectado como muchas ventas se han culminado sin necesidad de aplicar descuentos por reserva anticipada. Una muestra más del temor que existe entre la población de Reino Unido a no poder contratar un viaje dentro de medio año, aunque el precio se viera reducido en caso de oferta de última hora.

De ahí que los asiduos a Benidorm u otros puntos de la provincia hayan optado por cerrar ya sus vacaciones ante las turbulencias económicas que azotan a Reino Unido. Está claro que para algunos de sus habitantes la escapada anual a la provincia es irrenunciable, al menos por ahora. Una circunstancia que ya quedó patente a lo largo de este verano, cuando las pernoctaciones de los turistas ingleses repuntaron a pesar de las sombras con las que arrancaron la temporada por el triunfo del «Brexit».Desglose de cifras

En concreto, al cierre de octubre se han vendido ya un total de 58.000 paquetes turísticos para toda la Costa Blanca entre los turistas británicos. Benidorm sigue siendo el destino preferido para los procedentes de Reino Unido. De hecho, la ciudad de los rascacielos acapara un total de 52.200 ventas de las que ya se han cerrado para el próximo verano, como detallaron ayer desde la patronal hotelera Hosbec, que cifran en un 16% el aumento de venta anticipada para el próximo verano con respecto a la misma fecha del año anterior.

No obstante, desde la asociación empresarial que representa a los establecimientos hoteleros de la provincia vienen advirtiendo de su temor a que finalmente el temido efecto «Brexit» se materialice y se deje notar en el sector turístico de la provincia. Sin embargo, por ahora, los datos siguen demostrando que la salida de Reino Unido de la Unión Europea no está teniendo efecto alguno en el número de visitas procedentes del país anglosajón.

Aviso al turismo nacional

Mientras las temidas repercusiones por el «Brexit» no están teniendo efecto alguno en las reservas que reciben los alojamientos de la provincia, el turismo nacional sigue cayendo. El presidente de Aptur recalcó ayer que si los españoles no se anticipan a la hora de comprar sus vacaciones se quedarán sin plaza para el próximo verano o las camas disponibles alcanzarán precios desorbitados.

Una tendencia que ya se ha dado durante los últimos meses cuando el mercado español ha reducido su cuota de mercado en la provincia frente al auge de los visitantes internacionales, quienes han transformado la Costa Blanca en un destino de demanda a través del incremento de reservas anticipadas.