Sólo 135 de las 186 peñas que forman parte de la Associació Verge del Sofratge de Benidorm han presentado la solicitud de licencia para poder abrir una sede festera durante las próximas Fiestas Mayores Patronales de Benidorm, que se celebran del 11 al 16 de noviembre. Así lo confirmaron ayer fuentes de la gestora de este colectivo peñista, quienes señalaron que, pese a que el plazo de solicitud finalizó el pasado lunes, todavía queda medio centenar de peñas que no han formalizado este trámite, requisito indispensable para poder tener un local durante los días grandes.

La presidenta de la Associació, Mariló Cebreros, señaló tener constancia de que hay algunas peñas «históricas» que han decidido no montar local este año, como La Soca, que sigue asociada aunque no en activo desde 2015, o Pebre Roig, que tiene a varios de sus componentes en la junta gestora. A ello se suman otros casos de peñas que comparten local para reducir gastos, aunque otra de las causas de esta reducción de solicitudes podría responder también al endurecimiento de los requisitos aplicados este año, sobre todo, en lo que se refiere a las peñas formadas mayoritariamente por festeros menores de 18 años. Entre ellos, la Associació ha exigido a todos los peñistas que todavía no han alcanzado la mayoría de edad, acudir con sus padres para poder darse de alta en el registro de esta agrupación, a lo que se suman otras medidas para incrementar el control y la seguridad en los locales.

Con toda la documentación entregada, la Policía Local de Benidorm comenzará el próximo lunes a llamar a los responsables de las distintas peñas para girar inspección a los establecimientos donde se montará una peña y para los que se ha solicitado licencia, con el fin de comprobar que los mismos reúnen los distintos requisitos que exige la normativa: tener luz y agua corriente; aseos; la ausencia de colchones, sofás u otro tipo de mobiliario inflamable; y que, en síntesis, reúnan unas mínimas condiciones de habitabilidad. Ahora bien, aunque la Policía tiene previsto hacer una ronda por la mayoría del locales, el principal foco de atención estará puesto sobre las peñas formadas en su mayoría por festeros jóvenes, que son las que más problemas suelen generar un año tras otro durante las Fiestas Mayores.

De hecho, este año se han modificado algunos aspectos del bando regulador de peñas, dentro del cual se incluye, por ejemplo, la potestad de la Policía Local de clausurar durante todos los días de los festejos aquellas peñas de menores en las que se detecte la presencia de bebidas alcohólicas o, en las que están catalogadas como «peñas mixtas» -con un 50% o menos de peñistas por debajo de los 18 años-, que éstas puedan estar al alcance de los menores para ser consumidas, según explicaron fuentes del grupo policial que se encargará de la inspección de los establecimientos.

Otra de las principales novedades exigidas este año es la contratación de un seguro de responsabilidad civil a terceros que cubra cualquier daño que pueda producirse durante los días de fiestas en cualquier local peñista. Como en años anteriores, la calle La Palma y sus aledaños volverán a ser el principal epicentro peñista, donde se abrirán más de una treintena de peñas.