Desterrar de una vez por todas el lado despectivo de la palabra «friki», concienciar a los niños de que serlo es «guay» y potenciar en ellos el desarrollo de algunas de las cualidades que, sobre ésta, recoge una de las acepciones de la RAE: «Extravagante, raro o excéntrico». En definitiva, valores que «les permitirán ser los emprendedores del futuro». Con este objetivo, Benidorm será el primer municipio en sumar a toda su red de colegios públicos de Infantil y Primaria a un proyecto pionero impulsado por la Universidad Miguel Hernández (UMH) denominado «Escola de Frikis», que pretende despertar en los escolares el interés por materias como la ciencia, la tecnología, las matemáticas o la ingeniería. Así lo anunciaron ayer el rector de la UMH, Jesús Pastor y el director del Instituto Centro de Investigación Operativa de esta universidad, Federico Botella, tras la firma de un convenio con el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, para poner en marcha esta iniciativa este mismo curso, entre los meses de noviembre y mayo.

La «Escola de Frikis» de desarrollará en el centro social José Llorca Llinares y seguirá el programa desarrollado en Estados Unidos e implantado con éxito en otros países y zonas del mundo denominado «La Hora del Código», con clases extraescolares de una hora de duración a la semana. Habrá cinco niveles, desde segundo a sexto de Primaria -o, dicho de otro modo, de 7 a 12 años-, en los cuales los niños recibirán formación sobre estas cuatro materias de un modo lúdico, hasta lograr que los participantes sean capaces familiarizarse con el lenguaje de la informática y ser capaces de hacer por sí solos programaciones sencillas como base de partida para su formación futura.

«No sólo se trata de que un niño sepa jugar a un videojuego, sino de que sepa programarlo; o de usar un móvil, sino de diseñar sus propias aplicaciones. Es ir un paso más allá del uso que se hace mayoritariamente de la tecnología y enseñarles a manejarla con nociones sencillas para despertar su interés y su creatividad de cara al futuro», explicó Federico Botella.

Matrícula y ayudas

Asistir a la «Escola de Frikis» tendrá para las familias un coste de 60 euros anuales, con bonificaciones para las que tengan más de un hijo y para la cual, además, el Ayuntamiento aprobará una línea de ayudas. «No queremos que se pierda ningún talento y, menos aún, porque los papás de un niño no puedan costear su asistencia a estas clases», afirmó Toni Pérez. Las clases tendrán una capacidad mínima de ocho alumnos por nivel y máxima de 16, por lo que si hay más inscritos de este número se valorará crear varios grupos de una misma edad. Todo el coste de la matrícula irá a pagar el salario de un estudiante de ciencias o ingeniería de la UMH, que tras haber pasado un curso de formación como «profesor de frikis», será contratado por la universidad para realizar esta labor.

El germen del futuro

Tanto el rector de la UMH como el director del proyecto manifestaron que, además de despertar el interés en edades tempranas por esta materia, el objetivo de la «Escola» va mucho más allá. Por un lado, persigue crear un caldo de cultivo entre los niños que en unos años tendrán que estudiar y enfrentarse al mundo laboral, teniendo en cuenta que las profesiones relacionadas con estas cuatro materias son ya las más demandadas. Y lo serán todavía más en el futuro. También quieren romper la barrera de los sexos y llegar en mayor medida a las niñas, dado que en la actualidad sólo entre 1 y 2 de cada diez estudiantes de carreras de ingeniería es mujer.