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Benidorm

Una macrofiesta en un parque acaba con menores en coma etílico, botellazos y peleas

El alcalde autorizó el evento en contra del criterio de la Policía Local, que realizó un informe alertando de que en el recinto no había vigilantes, control de accesos ni otras medidas para garantizar la seguridad

Una imagen donde se observa a personal de Cruz Roja movilizado.

Varios menores trasladados al hospital con coma etílico, heridos por botellazos, peleas y robos. Así acabó una macrofiesta dirigida mayoritariamente a un público infantil y juvenil que se organizó días atrás en un recinto público de Benidorm, el auditorio Julio Iglesias del Parque de L'Aigüera, y que autorizó el alcalde de la ciudad, Toni Pérez, en contra del criterio de la Policía Local, que realizó un informe en el que hacía constar numerosos incumplimientos en materia de seguridad y aconsejaba su cancelación.

El acto, denominado Holi Sound Festival y en cuyo cartel figuraba como organizadora la Comisión de Fiestas Mayores Patronales de Benidorm, tuvo lugar entre la tarde del 8 y la madrugada del 9 de octubre, donde se dieron cita varios dj's y cientos de jóvenes de toda la comarca para disfrutar de un festival que, según la Policía Local, no debió celebrarse debido a la escasez de medidas que garantizaran su seguridad. Entre ellas, la falta de vigilantes de seguridad privada, de cartelería informativa donde se especificara la prohibición de venta y consumo de alcohol a menores de edad, ni de un sistema para realizar en condiciones el control de accesos mediante el cuenteo automático, cuestiones todas ellas que habían sido exigidas por el Ayuntamiento a la organización en la autorización provisional que se les concedió para la fiesta.

Según relata el primero de los informes elaborado por la Policía Local, tras girar una inspección previa a la apertura de puertas, los dos agentes encargados de este cometido se entrevistaron con una persona que se identificó como responsable de seguridad del evento. En el documento hacen constar que «una vez identificados los ocho auxiliares de control y preguntado por los cuatro vigilantes de seguridad privada, se manifiesta que no disponen de ninguno de ellos». Los policías también hacen constar que tampoco se observa «ningún tipo de cartelería (...) ni en el interior ni en los accesos al recinto» exigida en la legislación para informar de la prohibición de venta y consumo de bebidas alcohólicas a menores. Al observar estas irregularidades y trasladarlas a quien dice ser el responsable del festival, los agentes ponen los hechos en conocimiento del jefe de servicio, que se hace cargo del evento.

Este mando policial realiza a su vez otro informe en el que, además de enumerar las anomalías detectadas, y «ante la gravedad (...) como es la falta de seguridad privada en un festival de tales características, al que iban a acudir en un porcentaje de un 80-90% menores de edad, se comunica a las personas responsables así como al concejal de Seguridad Ciudadana que, por parte de este inspector que suscribe, no iba a autorizar la celebración de dicho festival en tales condiciones».

Seguidamente, el inspector relata que en el lugar se personaron el concejal del área y el coordinador municipal de Seguridad «intentando encontrar una solución para no suspender el festival, teniendo presente que se encontraban unas 700-800 personas agolpadas en la entrada del anfiteatro, la mayoría menores de edad, desde hacía ya más de hora y media esperando para entrar». Ante tales hechos, finalmente, «tras conversación mantenida con el comisario de la Policía Nacional y contando con la autorización final del señor alcalde de Benidorm», como matiza el informe policial, «se autoriza la celebración del festival, debiéndose prestar la seguridad en el evento de forma compartida por miembros de Policía Local y Policía Nacional», ésta última con dos agentes.

Numerosos altercados

El evento, cuyo comienzo estaba inicialmente previsto a las 17.30 horas, no arrancó hasta pasadas las 19.15, cuando se produjo la apertura de puertas. Desde este momento hasta las 22 horas, cuando finalizó el turno de tarde de la Policía Local, dos niñas de 15 y 14 años tuvieron que ser atendidas por Cruz Roja por sendos comas etílicos y, posteriormente, trasladadas por dos ambulancias de Servicio Vital Básico hasta el Hospital de La Vila Joiosa, una junto a su madre, que fue avisada y se desplazó hasta L'Aigüera, y otra escoltada por una patrulla policial, que permaneció en el centro hospitalario hasta que llegaron sus padres. Igualmente, según consta en el mismo informe policial, otra joven de 17 años tuvo que ser atendida en el interior de la ambulancia tras haber recibido un botellazo en la cabeza.

Aunque el informe de la Policía Local no constata si en algún momento se observó que en las barras se sirviera alcohol a menores, las dos intoxicaciones registradas antes de las diez de la noche y las que pudieron venir después parecen reflejar que sí se hizo. En cualquier caso, el jefe de servicio sí expone que todos estos hechos se trasladaron al intendente jefe, tras lo cual relata que «durante el transcurso de la noche continúan y se incrementan las incidencias en el lugar, ya que se estaban produciendo varias peleas, así como robos», lo que lleva a la jefatura del cuerpo a «destinar a todo el personal de servicio del turno de noche» para prevenir altercados. Finalmente, a las 0.30, una hora antes de lo previsto, se decide cesar la música y desalojar al público.

Un festival itinerante

El Holi Sound Festival es un festival de disco móvil itinerante que, a lo largo de este verano, ha recorrido numerosos puntos turísticos de la Comunidad Valenciana. Su atractivo radica en la mezcla de música, luces y animación con el lanzamiento de polvos de colores, que emulan a los festivales que se celebran en países como India o Nepal para recibir la primavera.

Uno de los responsables de la empresa promotora explicó ayer que, efectivamente, en el evento de Benidorm no contaron con el personal de seguridad exigido, debido a que días antes había fallecido el socio de la empresa encargado de este cometido. «Nos quedamos colgados con este tema y estuvimos a punto de cancelar, pero al final con la Comisión de Fiestas decidimos tirar adelante». Igualmente, aseguró que en el interior del recinto se identifica a los menores con pulseras rojas y negó que en las barras se sirva alcohol a quienes las llevan. «Pero en éste, como en cualquier otro festival, la gente bebe fuera y luego entra, y eso es algo que nosotros no podemos controlar», afirmó, tras lo cual atribuyó las intoxicaciones a que «a esta gente le pega el subidón cuando ya han entrado, pero no porque se les haya vendido alcohol dentro».

Críticas de la oposición

Ante estos hechos, que el PSOE calificó ayer de «extrema gravedad», el grupo mayoritario de la oposición criticó la «falta de responsabilidad total y absoluta del alcalde, que nunca debió autorizar el acto atendiendo a los informes de la Policía Local». El portavoz socialista, Rubén Martínez, se preguntó qué hubiera ocurrido si alguna de las menores intoxicadas acaba falleciendo y exigió que en eventos futuros «se extreme el control, porque algo así no se puede volver a repetir en Benidorm. No todo vale».

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