Una jornada para compartir y poner en valor el crisol de culturas que aglutina Benidorm. El auditorio Óscar Esplá del parque de L'Aigüera acogió ayer, desde las 16.00 horas, la celebración de la IV edición del Día de las Nacionalidades. Una cita en la que vecinos originarios de una veintena de países habilitaron más de una treintena de puestos para exhibir los productos típicos de su tierra.

Según se avanzaba por la feria se podían apreciar distintos estilos musicales, desde los ritmos latinos hasta acordes que hacían recordar al «reggae» mientras que degustar platos característicos de cada nacionalidad o comprar productos típicos de un país como si se tratara del recuerdo de un viaje internacional eran algunas de las alternativas posibles para los asistentes al evento.

Paradigma de integración

La iniciativa, puesta en marcha desde el Consejo Vecinal en colaboración con la concejalía de Participación Ciudadana, que dirige María Jesús Pinto, busca poner en valor la gran cantidad de nacionalidades que conviven en Benidorm. Así la cultura, el folklore, la artesanía, las costumbres y, especialmente, la gastronomía de las diferentes nacionalidades que compartieron ayer el lema «We are Benidorm» se convirtieron ayer en un auténtico paradigma del respeto y la aceptación por lo diferente, y lo que es más importante, su disfrute.

Colectivos de Alemania, Argentina, Bolivia, Bulgaria, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, España, Reino Unido, Marruecos, Pakistán, Paraguay, Perú, República Dominicana, Rumania, Rusia, Ucrania, Uruguay y Venezuela participaron en el evento.

Homenaje

A las 19.00 horas tuvo lugar el acto institucional en el que se rindió homenaje a la ciudadana belga Rose Marie Speckens, a la que se le otorgó el premio de la jornada al ser considerada como ejemplo de integración e implicación con la ciudad. La galardonada, ya jubilada, fue catedrática de francés del IES Pere María.