Pese a erigirse a varios kilómetros del mar, los piratas desembarcaron ayer como nunca en Callosa d'en Sarrià y exhibieron todo su poderío. Las tropas de la Cruz, capitaneadas por los festeros Óscar Morant y Cristina Botella, sacaron a la calle sables, armaduras, capas y plumas para protagonizar una vistosa entrada, que fue uno de los platos fuertes del primer día de las Fiestas de Moros y Cristianos en honor a la Virgen de las Injurias, declaradas Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1985 y que arrastran a su espalda más de cien años de historia.

Tras una intensa mañana, en la que tuvo lugar «L'Arrancà», otro de los actos más emocionantes de las fiestas, el «Ball de les pastoretes» y la Ofrenda de flores a la patrona precedieron al momento más esperado.

Los tradicionales «Nanos i gegants», pastoretes y caballeros medievales abrieron el paso del desfile para ceder protagonismo a Darío Cox, Abanderado cristiano, que desfiló arropado por el boato que puso en escena su filà, Cavallers del Cid, junto al Embajador, Marcos Ferrando. Tras ellos, al ritmo de pasodobles y marchas cristianas, le siguieron el paso cientos de festeros bajo el signo de la Cruz para elevar la expectación hasta la llegada de la Capitanía 2016, de la Filà Pirates. Escuadras especiales, ballets y bandas de música formaron el séquito de Óscar Morant y Cristina Botella, que desfilaron en una espectacular carroza junto a los pequeños de la familia: César, Blanca y Óscar.

Hoy, a partir de las 12, los niños tomarán el relevo en la Entrada Infantil, mientras que a las 19 horas se celebrará la Entrada Mora.