«Me he metido en el agua y, de repente, he notado como un pinchazo fuerte, no sabría explicarlo. Y enseguida he pensado que ya me habían mordido». La presencia desde hace semanas de bancos de peces que muerden a los bañistas en la playa de Levante de Benidorm ha puesto en alerta a decenas de usuarios que acuden diariamente a la costa para tomar un baño, aprovechando las temperaturas prácticamente estivales que se siguen registrando en la ciudad. Decenas de personas, en su mayoría de avanzada edad, han sido víctimas del «ataque» de este tipo de peces, cuya procedencia está investigando el Ayuntamiento en colaboración con el Instituto de Ecología Litoral.
Fuentes municipales han confirmado el incremento de casos que se están registrando en la playa de Levante, principalmente en una zona localizada frente a la cafetería Manila, donde los servicios de socorrismo y salvamento a veces no dan abasto para atender a las personas que acuden al puesto de socorro a recibir curas. «Está habiendo bastantes casos, que hasta ahora no eran habituales en esta zona», señalaron. Aunque los socorristas no quisieron ofrecer datos sobre el número de atenciones e intentaron minimizar el problema, este diario pudo comprobar ayer cómo en poco más de media hora fueron hasta cinco las personas que acudieron con pequeñas heridas para ser curadas, tanto en el propio puesto de socorro como en otros puntos de la arena. Por su parte, los usuarios de las playas cifraron en una media de 30 los casos que se registran al día.
La mayoría de personas afectadas por las mordeduras de estos peces son gente mayor, que presentaban pequeñas heridas, varices, verrugas o partes blandas en las piernas antes de ser picados. Al meterse en el agua, notan como un pinchazo fuerte o una especie de calambre y, cuando observan la zona, descubren una pequeña herida enrojecida y con sangre. Así lo explicó Luis Cuiña, un turista gallego que pasa temporadas en la ciudad y que, aunque hasta el momento se ha librado del efecto de estos peces, sí ha sido testigo de muchas mordeduras a otros paisanos. El santanderino Luis Lobón o Ángel, de San Sebastián, sí han sufrido en sus propias carnes estos bocados. «Yo tenía un pequeño lunar y, al poco de entrar al mar a bañarme, me mordió un pez. De repente vinieron más y me acabaron haciendo tres heridas», afirma Ángel, que ahora, para evitar nuevos «ataques», ha decidido vendarse la zona y ponerse una tobillera de neopreno que le protege la herida y repele a los peces.
Varias hipótesis
Desde el Ayuntamiento de Benidorm confirmaron ayer que han contactado con el Instituto de Ecología Litoral para exponer el caso, pero aseguraron que, por el momento, se desconoce la especie y el motivo por el que estos peces muerden a los bañistas. Según explicaron, hay varias hipótesis. Por un lado, que pueda tratarse de una especie exótica invasora, que hasta ahora no existía en nuestro litoral y que se haya adaptado al medio debido al incremento de temperaturas. Otra opción que se baraja es que en este lugar haya gente que tire pan y otro tipo de alimento a los peces y que éstos se hayan perdido el miedo a las personas y acudan a la orilla en busca de alimento. «Y si ven una pequeña herida, muerdan creyendo que es comida», agregaron desde el Consistorio.
Estas fuentes también señalaron que, por la información facilitada por el IEL, el de Benidorm no sería un caso aislado. Al parecer, también se habrían detectado bancos similares en otras zonas costeras de la provincia, aunque al no haber tanto volumen de bañistas su presencia apenas se habría notado.
