Esperar hasta el último momento para «cazar» ofertas de lo más suculentas en viajes u hoteles ya no es una buena opción. Más aún si el destino elegido es Benidorm. Ahora la clave reside en realizar las reservas con antelación, mucha antelación. Una compra que, en ocasiones, llega a efectuarse a seis meses vistas de las anheladas vacaciones. El cambio de tendencia se ha dejado notar este verano en el sector turístico y, como no podía ser de otra forma, ha traído efectos, más positivos que negativos, para los establecimientos hoteleros de la capital de la Costa Blanca.

El aumento de reservas anticipadas que se ha registrado esta temporada alta en los alojamientos de Benidorm obedece al incremento de turistas extranjeros que han sucumbido a los encantos de la ciudad de los rascacielos. El interés que el destino ha despertado entre los clientes internacionales, quienes organizan sus vacaciones con mucha más planificación que los viajeros nacionales, ha posibilitado una uniformidad de tarifas entre hoteles competidores hasta el último momento de la temporada.

Asimismo, la ausencia de ofertas para conseguir llenar las habitaciones que quedan el aire, aunque sea a una rentabilidad muy baja, también ha generado resultados positivos para los establecimientos hoteleros. De hecho, su facturación ha aumentado en los meses centrales del verano, julio y agosto, hasta un 16% con respecto al mismo periodo del año anterior, como ya adelantó este diario. En definitiva, mejor un cierre de temporada sin cifras de récord, que un lleno total con tarifas ajustadas. Al menos a lo que a las cuentas del negocio hotelero se refiere.

El cambio de tendencia ha permitido a los empresarios hoteleros respirar tranquilos y aumentar ingresos, pero también tiene una «cara B», en este caso para las agencias de viajes. La buena temporada ha supuesto un crecimiento de un 15% en sus ventas con respecto al pasado verano. Sin embargo, desde la Asociación Empresarial de Agencias de Viaje de Benidorm y Comarca (Avibe) calculan que el incremento experimentado podría haberse doblado, alcanzado el 30%, con la existencia de ofertas de última hora en plena temporada alta. Algo que este año no se ha producido.

Clientes remolones

El hecho de que este verano los mayoristas extranjeros hayan anticipado sus ventas, ha provocado que el turista rezagado, principalmente procedente del mercado nacional, se haya encontrado sin cama en Benidorm a días de comenzar sus vacaciones, como explicaron a este diario fuentes de Avibe. O dicho de otra forma, habitaciones a precios desorbitados para algunos bolsillos que buscaban precisamente un destino cercano y rentable.

«Muchos clientes pedían ofertas en pleno verano, pero ha sido imposible dar con habitaciones a bajo coste y muchas ventas no se han cerrado», explicaron fuentes del colectivo de viajes, quienes confirman que ahora, al menos en la Costa Blanca, abaratar el precio de las vacaciones pasa por efectuar las reservas con meses de antelación.