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Altavoz del deporte local

Vicente Fuster. Pocos en Benidorm y la comarca de la Marina Baixa han vivido el deporte más próximo, el de casa, con tanta pasión como él

Vicente Fuster, rodeado de balones y porterías, en el Palau d'Esports L'Illa de Benidorm. Foto de DAVID REVENGA

Podría decirse que Vicente Fuster es lo más parecido a una enciclopedia del deporte en Benidorm y la Marina Baixa. A sus 64 años, y tras más de cuatro décadas dedicado en cuerpo y alma a contar todo cuanto acontecía a los equipos y deportistas de casa, de cualquier modalidad o disciplina, hace poco más de un mes que decidió colgar definitivamente las botas -o, en su caso, micrófonos, grabadoras y blocs de notas- para rendirse a una merecida jubilación. El retiro profesional no se ha traducido en un olvido. Porque ahora, aunque desde la barrera, no deja de preocuparse por cómo se le dé a Miguel Fuster en el próximo rally; si Liliana Fernández hace un buen partido de voley sobre la arena de cualquier lugar del mundo; o si el Balonmano Benidorm supera la mala racha con la que ha encarado el inicio de liga. Ya saben: «Eso es deformación profesional», dice entre risas.

Nacido en agosto de 1952 en la Foia Manera, una partida rural situada entre lo que ahora son los campings de El Racó y La Torreta, su niñez transcurrió en el entorno de la Huerta. Su abuelo era procurador de una finca propiedad de la familia Moll y su madre, ama de casa, le ayudaba en las tareas de recogida de la almendra o la algarroba. Durante aquellos años, su padre vivió un tiempo en L'Ametlla del Mar (Tarragona), donde trabajaba como conductor de una embarcación, tras lo cual compró un taxi y regresó a Benidorm en pleno despunte del turismo en la ciudad.

A lo largo de su infancia, estudió primero en las Escuelas Unitarias de la Huerta, «donde había dos clases: una para niños y otra para niñas». Después, pasó al Lope de Vega, siendo uno de los primeros estudiantes que inauguraba el centro. «Y el examen de ingreso nos preguntaron cómo se plantaba un geranio. Imagínate cómo lo hice de bien, si me había criado en el campo», recuerda todavía. Tras cursar allí los estudios de Bachiller, hizo oposiciones en el Banco Popular, donde comenzó a trabajar desde muy joven, compatibilizando su puesto con el servicio militar, que realizó en la Cruz Roja de Benidorm.

Sin embargo, siempre le atrajo el deporte. «Y el gusanillo del periodismo, que nunca me ha faltado». Aunque su carrera profesional se dirigió inicialmente al mundo de la banca, con sólo 18 años comenzó a colaborar con el diario local Canfali, cubriendo la información deportiva. «Íbamos de campo en campo, con Nino el de La Rana, que hacía de fotógrafo, y yo de redactor. Allí donde jugaba el Benidorm, allí estábamos y así empecé a hacer lo que realmente me gustaba», recuerda.

Apenas un par de años después, comenzó como corresponsal de deportes en Benidorm y la Marina Baixa en este diario, INFORMACIÓN, donde ha continuado colaborando hasta su jubilación, el pasado mes de agosto. Y, además de la prensa, también fue la voz que contaba cada día toda la actualidad de los clubes y deportistas de la comarca en Radio Benidorm, emisora de la Cadena SER, de la mano de José Antonio Alama. Después, ya en 1990, pidió una excedencia en el banco y dejó de compatibilizar ambas tareas para dedicarse en cuerpo y alma a su auténtica vocación. Entonces, vendrían Radio 9, Canal 9, Marca, Canal 55, Onda Benidorm... Porque si algo tuvo y tiene Vicente Fuster, como destacan muchos de los compañeros con los que compartió espacio en algún momento de su carrera, es su total entrega a la comunicación: «Le llames cuando le llames, el día y a la hora que sea, le pidas lo que le pidas», como recordaba un compañero de profesión en el homenaje que le rindieron el pasado junio cerca de un centenar de personas en su despedida como profesional de la información.

Entre sus «grandes trofeos» en el capítulo de vivencias, rememora los ascensos del Benidorm Club Deportivo a Tercera División en la temporada 81-82; a Segunda B en los años 86-87 o las eliminatorias de Copa que enfrentaron al club de sus sueños con el Barcelona en los años 98-99 y 2008-2009. También, el ascenso del Voley femenino a la División de Honor; el Mundial de Ciclismo de 1992 en la ciudad; los logros del equipo de Rugby La Vila o, más recientemente, los partidos del Balonmano Benidorm en la Liga Asobal. O cómo su oficio le permitió ver crecer como deportistas a benidormenses que han hecho historia, como los futbolistas Guillermo Amor o Antonio López.

Hombre para todo

Pero su carrera no se limita al ámbito del deporte. Como corresponsal de RTVV, también se encargó de retransmitir «incendios, accidentes, eventos como el Festival de Cine de l'Alfàs o el de la Canción de Benidorm,... Y cuando ETA puso la bomba en el Hotel Nadal en 2003. Todo me tocaba a mí», recuerda con nostalgia. También se codeó con Bigas Luna cuando rodó en Benidorm la película Huevos de oro o con el bailarín Rudolf Nuréyev, «una entrevista que perseguían todos los medios y que sólo conseguí hacerle yo», dice orgulloso.

Ahora, además de muchos proyectos personales, sueña con que, algún día, su amado Benidorm CD regrese a la competición nacional.

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