La Dirección General de Cultura y Patrimonio ha solicitado en el Consejo de Patrimonio Histórico que el yacimiento arqueológico subacuático Bou Ferrer, en La Vila Joiosa, se incluya en el Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia de Patrimonio Cultural de la Unesco. El subdirector general de Patrimonio Cultural y Museos, Antonio Bravo, que asiste al Consejo de Patrimonio en Avilés (Asturias), ha defendido que se inicien los trámites para que el yacimiento se incluya en el registro por su excelente estado de conservación y por los trabajos de investigación desarrollados, según informó ayer la Generalitat.

El pecio romano Bou Ferrer se encuentra a 25 metros de profundidad y a escasos 1.000 metros de la costa, frente a las playas de La Vila Joiosa. Debió ser uno de los grandes veleros mercantes romanos que llegaban a los puertos de Roma provenientes de Cádiz. Es probable que fuera desplazado de su ruta por un temporal, entre el año 50 y 60 después de Cristo, y se dirigiera a una costa conocida en busca de refugio, pero no la alcanzó y terminó naufragando.

El cargamento se componía de 2.500 ánforas, con los restos de lo que fue una salsa de pescado muy bien elaborada llamada «garum», obtenida a través del filtrado de un producto que se elaboraba con una gran variedad de pequeños peces y otros de mayor tamaño. Las campañas de excavaciones han sacado a la superficie 230 de esas ánforas. El barco también llevaba en su bodega lingotes de plomo, con una carga de hasta cinco toneladas.

El yacimiento Bou Ferrer fue declarado el año pasado Bien de Interés Cultural por su relevancia patrimonial y protección científica. Las tareas de protección y salvaguardia del yacimiento subacuático consistieron en la instalación de una estructura sobre el cargamento que cumpliese los criterios de protección para evitar el expolio, reversibilidad y no afección del bien, manteniendo el estado de conservación del material arqueológico y su disposición.