Los encargados de garantizar la seguridad de los bañistas en los arenales de Benidorm inician, con la llegada del otoño, su repliegue hasta el próximo año. No se van todos. Pero sí una gran parte de los efectivos que, a lo largo de este verano, se han ocupado de vigilar las playas de la capital de la Costa Blanca.

Así las cosas, el número de socorristas que seguirá presente en las playas de Benidorm a partir de esta misma jornada se reduce a una quincena frente al casi medio centenar de efectivos que se han ocupado de mantener a salvo de cualquier peligro a los bañistas de Poniente, Levante, Mal Pas o la cala La Almadrava a lo largo de este verano. En concreto, un total de 34 vigilantes, diseminados por diferentes puntos de la costa benidormense, junto a los 15 responsables de los puntos accesibles y las plataformas han conformado esta temporada alta el batallón dedicado a proteger a los visitantes de las playas más frecuentadas de toda la provincia.

Pero la llegada del otoño reducirá, a partir de esta misma mañana, este amplio dispositivo a tan solo una quincena de vigilantes. Tres de ellos se encargarán de cubrir la playa de Levante y otros tres la de Poniente, mientras que un socorrista se quedará en Mal Pas. Además, dos efectivos se mantendrán en el puesto de socorro y otros dos en la embarcación junto al supervisor y al responsable de la ambulancia.

El actual reparto estará vigente a lo largo del próximo mes, pero ya en noviembre, el número de socorristas se verá reducido todavía un poco más, hasta los once vigilantes. Será en marzo, con la llegada del buen tiempo, cuando comenzarán a armar de nuevo, y de forma gradual, el «ejército» de socorristas.

Puntos accesibles

Cabe destacar que la reducción de la plantilla de los socorristas de Benidorm obliga a cerrar uno de los tres puntos accesibles con el que se facilita el baño a las personas discapacitadas durante la temporada alta. A partir de mañana, tan solo se mantendrán abiertos los servicios de la playa de Levante y el que se emplaza en Poniente, frente al parque de Elche, mientras que el de La Cala cierra sus puertas. Aunque, este año será la última vez que se dé esta circunstancia ya que, como adelantaron ayer fuentes municipales, el nuevo pliego de la gestión integral de playas, que ya ha sido aprobado, dotará de más personal durante el invierno para permitir la continuidad del servicio cuando llega el frío.