Al margen del mal estado que presenta el tejado de uralita que cubre el gimnasio y el comedor, el Vasco Núñez de Balboa lleva años sufriendo otras deficiencias a las que la Administración tampoco da solución. Entre ellas, el mal estado de cuatro aulas que llevan desde 2014 clausuradas debido a las grietas. Los alumnos han sido reubicados en otras estancias, lo que obliga, por ejemplo, a tener en los pasillos mesas del comedor. R. P.