Benidorm y l'Alfàs del Pi han formado un tándem perfecto para aprovecharse del auge del turismo deportivo y la cada vez más creciente afición a la bicicleta en la comarca de la Marina Baixa. Los alcaldes de ambos municipios, junto a técnicos y ediles presentaron ayer a aficionados de distintos clubes ciclistas el primer ciclosendero habilitado conjuntamente por los dos ayuntamientos y que une el Rincón de Loix y el Racó de l'Albir por la falda del parque natural de la Serra Gelada.

El objetivo, según explicaron tanto Toni Pérez (PP) como Vicente Arques (PSOE) es fomentar el uso de la bicicleta por recorridos seguros, reduciendo a su vez el tránsito de vehículos a pedales por la CV-753 -Camí Vell d'Altea-, y poner todavía más en valor «el mejor nexo que une a nuestros pueblos, que es la Serra Gelada». Asimismo, también se persigue dar a conocer rutas aptas para pedalear o hacer senderismo por caminos públicos, dado que en los últimos tiempos han surgido problemas cuando grupos de aficionados a la bicicleta de montaña atravesaban caminos privados sin permiso del propietario, y por los tramos que causen un menor impacto sobre el medio ambiente.

Distintas dificultades

El sendero principal tiene una longitud de 8,37 kilómetros y es de dificultad baja, con una altura máxima de 92,87 metros y mínima de 8,60, y un desnivel acumulado de 145,66 metros. Puede recorrerse tanto en bici como andando, discurre en su totalidad por caminos públicos de asfalto y está señalizado de principio a fin.

Junto a esta ruta, el proyecto se completa con la promoción de otros cinco senderos que discurren por el parque natural: la Travesía de la Serra Gelada, el Camí del Far de l'Albir, l'Alt del Governador, la Punta del Cavall o el Mirador de la Creu, de distinta dificultad y distancia, para abrir un abanico más amplio con el que poder atraer un mayor número de aficionados.

Los dos ayuntamientos editarán ahora un tríptico en distintos idiomas para promocionar y dar a conocer todas estas ciclorrutas entre vecinos y turistas.