Altea contará el próximo año con un ecoparque móvil y deberá aguardar a contar con uno fijo a que se desarrolle el sector Montahud, según anunció ayer la concejal de Urbanismo, Imma Orozco. La edil y el regidor de Infraestructuras, Roque Ferrer, mantuvieron una reunión con el director general de Cambio Climático y Calidad Ambiental, Juan Piquer, con el objetivo de conseguir esta instalación en el municipio.

Orozco explicó que el objetivo es disponer de un ecoparque fijo y uno móvil y, por ello, hay una reserva de suelo de unos 1.400 metros cuadrados en el sector para ubicar el fijo, pero mientras se cubrirá el servicio con instalaciones móviles.

El ecoparque móvil admitirá residuos tan diversos como colchones, fluorescentes, restos de pintura, muebles y restos de poda. Orozco recordó que la Concejalía de Urbanismo trabaja «para desvincular la tramitación de este PAI de la redacción del Plan General para agilizar la obtención de este suelo tan necesario para dar facilidades a la ciudadanía y asegurar la correcta gestión de los residuos».

Los dos concejales insistieron en que estas medidas van encaminadas a conseguir mejorar el porcentaje de reciclaje y disminuir los residuos que llegan al vertedero, que en el caso de El Campello está próximo a su límite de capacidad.

Altea se marcará como objetivo ser ejemplo en materia de reciclaje y estética, lo que pasa por conseguir eliminar puntos negros y de vertido de residuos.