Color, alegría, convivencia y libertad. Lejos de ser tópicos, estas palabras definen el multitudinario evento que se vivió ayer en el paseo de Levante de la capital de la Costa Blanca. El Parade Pride Benidorm, el gran desfile del Orgullo LGTB, congregó a miles de personas, tanto en el propio pasacalle como en el paseo. Desde las cinco de la tarde -hora en la que se estaba previsto el inicio del desfile desde el Rincón de Loix- el paseo de la playa de Levante se encontraba hasta arriba. Personas de todas las edades buscaban un hueco para ver el acto central de la semana del Pride Benidorm, que comenzó el pasado lunes. El desfile comenzó con las pancartas reivindicativas que quisieron recordar la importancia que la diversidad de elección sexual tiene para una sociedad. Tras los organizadores, desfiló un grupo de miembros del PSOE y, posteriormente, de Compromís. Al acto acudió también el concejal de Seguridad, Lorenzo Martínez.

Con un total de 24 carrozas, ocho más que en ediciones anteriores, el Parade Pride reunió a miles de participantes, a pesar de que otras ocho carrozas fueron compartidas por varios establecimientos, según explicaron los organizadores. El color impuesto por los representantes de este pasacalle del Orgullo contrastó con el gris de las nubes presente durante toda la jornada de ayer en la localidad. La bandera arcoiris no sólo se veía con el paso de las carrozas, sino también en muchos balcones de la ciudad y entre el público, en forma de vestidos o pelucas, hasta incluso un perro la lucía alrededor de su cuello. Un «ángel» plateado a lomos de un caballo blanco, princesas de cuentos de hadas y reinas de todas las edades llamaban la atención de los espectadores que no dudaban en pedir a los participantes del desfile un alto en el recorrido para poder hacerles una fotografía. Y ellos, encantados, posaban una y otra vez. El desfile recorrió el paseo de Levante hasta el auditorio Julio Iglesias, donde tuvo lugar seguidamente la fiesta «T-Dance After Parade» y la gala-actuación de artistas locales e internacionales.

Satisfacción

El Parade Pride Benidorm congregó a familias, niños, personas mayores, jóvenes y adultos. Todos estaban invitados a la gran fiesta LGTB que cierra en la ciudad la temporada de eventos del Orgullo de toda Europa. «Hemos superado todas las expectativas, esto se nos está yendo de las manos», afirmaba ayer con gran satisfacción el impulsor del Pride, Santos Torres. Así, explicaba que en fiestas que se celebraron a lo largo de esta semana como la White Party se dobló el número de asistentes previstos, la Openning Party congregó a medio millar de personas y la Black Party -estos dos últimos eventos se han sumado a la programación este año- reunió a casi 800 personas.

Torres detalló además que este año se incorpora otra novedad, la entrega del galardón «Benidorm Pride Friendly», que pretende reconocer a aquellas personas o instituciones que trabajan por la igualdad de las personas LGTB. Este año esta distinción recae en la Fundación Visit Benidorm, dado el trabajo que ha realizado durante estos últimos seis años para promocionar y difundir el Pride, «sin ellos no sería nada de esto sería posible», subrayó el impulsor del evento.

Durante toda la semana, además de las fiestas temáticas en diferentes zonas de la ciudad, se llevaron a cabo cada día rutas gastronómicas con la participación de un gran número de establecimientos así como también se organizaron charlas y exposiciones en una faceta más reivindicativa del Pride. La semana de Orgullo LGTB en Benidorm concluirá hoy con la fiesta de clausura en el puerto, a partir de las 20 horas, un evento al aire libre con actuaciones en vivo y dj. También se celebrarán fiestas temáticas en los locales del Casco Antiguo.