La sequía que azota a la Marina Baixa obligó ayer al Ayuntamiento de Tárbena a cortar el suministro de agua potable al no poder atender las necesidades de los vecinos desde el depósito que abastece a la población. La medida, que fue anunciada a través de los canales oficiales de comunicación del Consistorio, se suma a las restricciones nocturnas que ya vienen padeciendo los cerca de un millar de residentes de la localidad del interior de la Marina Baixa desde hace más de una semana, cuando el gobierno local decretó cortes nocturnos en el suministro para que pudiera rellenarse este depósito.

Fuentes municipales señalaron ayer que, probablemente, a lo largo del día de hoy se recuperaría el suministro, siempre y cuando se haya podido rellenar el depósito que da servicio al casco urbano.

El «cierre del grifo» se acordó después de que los operarios municipales acudieran a primera hora de la mañana de ayer a restablecer el abastecimiento tras el corte nocturno, y se encontraran con que el depósito que recibe agua desde el pozo de la Murta estaba bajo mínimos y solo podía ofrecer agua durante dos horas. Por ello, el Ayuntamiento optó por mantener el corte también durante el día para permitir que esta balsa continuara llenándose en toda la jornada y pudiera alcanzar unos niveles suficientes para atender las necesidades de la población a partir de hoy, según explicó el concejal de Urbanismo, Thierry Más.

El edil también señaló que el acuífero desde el que llega el agua a este depósito se encuentra en niveles muy bajos por la falta de lluvias, mientras que el pasado fin de semana se produjo un incremento del consumo que acabó por agotar las reservas de dicha balsa.

Autogestión

A diferencia de otros municipios de la Marina Baixa, el Ayuntamiento de Tárbena no forma parte del Consorcio de Aguas comarcal ni de ningún otro organismo de gestión hídrica, sino que se autoabastece por medio del pozo de la Murta, lo que en este periodo de extrema sequía está provocando serias dificultades para poder asegurar el consumo humano. De hecho, el pasado 25 de agosto el alcalde del municipio, José Francisco Signes, ya tuvo que decretar el corte del abastecimiento de agua potable entre las diez de la noche y las siete de la mañana, para bloquear la demanda de agua y, así, permitir que el depósito pudiera recibir caudales sin cesar durante toda la noche y retomar el suministro en las horas de sol.

El edil Thierry Más señaló que, por el momento, confían en que a lo largo de esta semana se pueda solventar la situación y mantener sólo los cortes nocturnos. No obstante, no descartó que, si la sequía persiste en otoño, haya que recurrir a otros medios para traer agua, como los camiones cuba que este verano ya han abastecido a municipios de la comarca, como Confrides.