La falta de inversiones de algunos municipios en los últimos años para mejorar sus redes de distribución de agua potable ha provocado que algunos pueblos de la Marina Baixa estén registrando fugas de hasta un 40% en agua que circula por las tuberías y que acaba perdiéndose en la red sin llegar a su destino, a pesar de la grave situación de sequía por la que atraviesa la comarca. Así lo expuso ayer el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, en la reunión que celebró la junta general del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, donde el regidor benidormense lamentó la falta de solidaridad y exigió al organismo que obligue a dichas localidades a realizar mejoras para alcanzar un aprovechamiento mínimo del 85% antes del año 2025.

Durante su intervención, el primer edil puso como ejemplo el «esfuerzo» realizado por Benidorm en las últimas décadas en este sentido, que ha llevado a reducir prácticamente a cero las pérdidas en las canalizaciones y a lograr un aprovechamiento del 95%, mientras «muchos otros municipios no superan el 60%», lamentó Pérez. De ahí que la ciudad haya reclamado que sea el propio Consorcio quien regule esta situación y obligue a los ayuntamientos que no alcancen unos parámetros mínimos a realizar inversiones para mejorar su eficiencia en materia hídrica.

La medida se enmarca dentro de una batería de propuestas que planteó el Consistorio benidormense ante el resto de miembros del Consorcio para paliar los efectos de la sequía por la que atraviesa la comarca, como la mejora de todos los embalses, la revisión de los protocolos para evitar desembalses innecesarios, la revisión de los criterios de caudales ecológicos exigidos por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) o la mejora de la calidad de las aguas residuales con el fin de favorecer su depuración o aprovechamiento para el riego o las labores de baldeo.

Vías de llegada de caudales

Asimismo, el organismo volvió a abordar reivindicaciones históricas que se vienen realizando a la CHJ o al Ministerio desde hace años, como el desdoblamiento completo de toda la conducción del trasvase Fenollar-Amadorio -por el que ahora están llegando caudales externos para garantizar el suministro de agua potable en poblaciones como Finestrat, La Vila o Benidorm- desde su origen, con el fin de asegurar esta línea de abastecimiento en el caso de que se registraran roturas o fallos en la línea principal.

Otra de las vías que ha propiciado la llegada de agua trasvasada durante este verano es la desaladora de Mutxamel, para la cual también se expuso la necesidad de regular las condiciones técnicas, jurídicas y económicas del abastecimiento. Desde el Ayuntamiento de Benidorm explicaron que esta reclamación persigue establecer una serie de derechos y condiciones por igual para todos los municipios o entidades que recurran al agua desalada para el consumo. Por último, también se reivindicó la cesión al Consorcio de la explotación y mantenimiento de los tramos de conducción del trasvase que sólo sirvan para abastecer a los municipios que lo conforman, para que sea el propio Consorcio quien se encargue de su gestión.

Reservas y abastecimiento

La junta general del Consorcio abordó también la situación de emergencia por sequía en la que se encuentra actualmente la comarca que, pese a atravesar uno de los peores episodios de las últimas décadas, no obligará a llevar a cabo cortes o restricciones, tanto para el riego como para el consumo humano, gracias al trasvase de 5 hectómetros cúbicos solicitados hace meses por el Consorcio a la CHJ.

Fuentes de este organismo, entre ellos su presidente y presidente de la Diputación, César Sánchez, reconocieron que se han llevado a cabo «importantes inversiones» en materia hídrica y señalaron que la actual situación «obliga a seguir trabajando, a seguir invirtiendo y a seguir reivindicando los trasvases, tanto el del Júcar-Vinalopó como el del Tajo-Segura».

Por lo que respecta a las reservas propias, la escasez de lluvias en lo que va de año -un 65% por debajo de la media- ha hecho que las aguas subterráneas prácticamente se encuentren actualmente agotadas. Mientras, el agua almacenada en los embalses de Guadalest y Amadorio alcanza los 3,38 Hm3, un 12% de su capacidad y algo por encima de 2015.