Estaba llamado a ser uno de los mejores veranos de los últimos años, pero todo apunta a que no será así. La falta de respuesta del mercado nacional impedirá a los hoteles de Benidorm cerrar este año la temporada alta con récord de ocupación, aunque todo indica que sí cosecharán unos niveles algo mejores que la pasada campaña. Así lo avanzó ayer el presidente de la patronal hotelera Hosbec, Antonio Mayor, quien manifestó que las previsiones pasaban por tener un verano «de matrícula de honor, pero al final nos quedaremos en un notable alto».
Aunque todavía no se conocen los datos oficiales del estudio que realiza quincenalmente esta asociación turística, que se publicará a finales de esta semana, distintas fuentes consultadas ayer por este diario coincidieron en afirmar que el descenso del mercado español «se ha dejado notar» en los balances, fundamentalmente «porque había muy buenas perspectivas desde Semana Santa que al final no se han materializado», como señaló el director de un céntrico hotel.
Lo mismo confirmó el presidente de Hosbec, quien cifró el descenso del turismo nacional en torno a siete u ocho puntos con respecto a los datos del año anterior. Con todo, Mayor avanzó que el balance final de ocupación en agosto podría rozar el 95 por ciento, mientras que en el mismo mes de 2015 la media fue del 92,75%. «Hemos estado mejor que otros años, pero nos ha faltado el tsunami de turistas españoles, la ola que esperábamos para llenar todas las plazas», añadió.
Un lleno focalizado en tres días
Los datos que se conocen hasta la fecha constatan las impresiones ofrecidas ayer por varios representanes del sector. Durante el mes de julio, los hoteles vendieron el 92,7% de sus camas, dos puntos por encima del año anterior, aunque perdieron un ocho por ciento de turistas nacionales. O, dicho en otras palabras, el mercado interno se dejó por el camino 22.000 pernoctaciones menos que en julio del pasado 2015. Mientras, el mercado portugués, otro de los de más peso durante los peses del verano, también experimentó una caída del 25% frente al año anterior, aunque el incremento de reservas de británicos, belgas y holandeses permitieron amortiguar la caída.
Agosto arrancó sin lograr romper la tendencia a la baja del mercado español, que volvió a caer durante la primera quincena y sólo experimentó un ligero repunte a mitad de mes, coincidiendo con el «puente» nacional del 15 de agosto, en el que los establecimientos turísticos vendieron prácticamente el cien por cien de sus plazas. A partir de ahí, Mayor explicó ayer que la segunda quincena «ha ido algo mejor que la primera, aunque los españoles han mantenido la tendencia descendente y no entendemos por qué, pero vamos a analizar las causas».
Entre las que ahora se barajan, el presidente de Hosbec mantuvo el recorte en el número de estancias -«Antes la gente venía para diez o quince días y ahora recortan las vacaciones y, a veces, no llegan ni a una semana»-, así como el desvío de la demanda hacia los apartamentos irregulares, un asunto que, una vez más, insistió en que «es necesario regular. Los apartamentos están ahí, no podemos ir contra este tipo de oferta, así que hay que ponerse manos a la obra para que compitan en igualdad de condiciones que el resto de la oferta legal», apostilló el dirigente de la patronal hotelera.
Buenas perspectivas
Para lo que resta de temporada alta, los empresarios turísticos de Benidorm confían en que septiembre vuelva a ser un mes «bueno, muy bueno», como tradicionalmente viene ocurriendo. De hecho, los primeros avances ofrecidos ayer por fuentes del sector apuntan a que en este periodo la ocupación podría volver a situarse en torno al 90%.
