La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha decidido hacer uso de un derecho reservado al acreedor privilegiado de un proceso de liquidación y presentar una oferta económica para adquirir la propiedad del edificio In Tempo, un gigante de hormigón cuya titularidad todavía sigue en el aire. No obstante, el paso dado por el también conocido en el argot financiero como «banco malo» ha despertado cierto malestar entre el resto de empresas que participaron en la construcción de esta colosal torre, levantada en Benidorm y a las que la promotora del inmueble, la mercantil Olga Urbana, también les adeuda millonarias cantidades.

En el proceso de liquidación de la promotora de In Tempo, la Sareb adquirió la condición de acreedor privilegiado al asumir el crédito que Nova Caixa Galicia extendió a la empresa Olga Urbana para levantar esta imponente torre. Sin embargo, entre los perjudicados por la quiebra de la mercantil se encontraban una larga lista de firmas e, incluso, compradores de algunos de los inmuebles de este imponente rascacielos residencial, el más alto de Europa. De ahí que parte de los afectados hayan abierto un proceso judicial paralelo a la liquidación de la promotora Olga Urbana para determinar si, efectivamente, el «banco malo» debe mantener su condición como acreedor privilegiado.

Esta calificación permite a la Sareb hacer uso del derecho de mejora y, por tanto, presentar una oferta económica para adquirir la titularidad de «In Tempo» una vez concluido el plazo de presentación de propuestas. Un proceso que ya ha culminado con una sola proposición dentro de plazo y que ronda los 47 millones de euros.

Por ello, ahora, el «banco malo» ha presentado su oferta que, según informaron fuentes de la sociedad, ronda los 60 millones aunque personas cercanas al procedimiento de liquidación rebajaron la cifra hasta los 58 millones de euros. En cualquier caso, la deuda que pesa sobre «In Tempo» ronda los 100 millones de euros.

Privilegio bloqueado

El paso dado por la Sareb ha sentado como un tiro al resto de acreedores que están a la cola a la hora de cobrar lo que les adeuda la mercantil Olga Urbana. Fuentes cercanas a los afectados recordaron ayer, en declaraciones a este diario, que hasta que un juez no decida si el «banco malo» es el acreedor privilegiado no puede disfrutar de los derechos que acompañan esta condición al encontrarse bloqueados. Por ende, la oferta económica presentada por la Sareb ante la administradora concursal del proceso de liquidación se convertiría en papel mojado, al menos hasta que el próximo mes de octubre el juez decida si da prioridad en los cobros a otros perjudicados, portergando al «banco malo».