"Estaba durmiendo y de repente sentí que se movía la cama. Era como cuando mecen una cuna". Así explica Antonio Ródenas, un periodista de Benidorm que reside en Roma desde hace tres años, cómo ha vivido el terremoto que ha sacudido el centro de Italia Italiaesta noche. "Serían las cuatro menos veinte de la madrugada cuando me desperté porque todo se movía. Nunca había vivido un terromoto y desconocía esa sensación", señala. "Me senté en el borde del colchón y escuché como si estuviera lloviendo. Intentaba entender qué estaba pasando pero realmente no era consciente de lo que sucedía", recuerda Ródenas. "Cuando realmente supe lo que pasaba salté de la cama, cogí una mochila y empecé a meter ropa dentro. Pensé en salir corriendo a la calle ya que vivo en un séptimo pero de repente todo paró", subraya ya tranquilo aunque reconoce que todo sucedió tan rápido que no tuvo tiempo para asustarse mucho.

El movimiento sísmico duró unos treinta segundos. "Tenía las ventanas abiertas porque hacía calor y empezaron a abrirse y cerrarse solas. Fueron unos momentos de confusión". Después todo cesó. Todo salvo el ruido. "Saltaron las alarmas de los pisos y los negocios cercanos, los perros ladraban y los vecinos hablaban por el patio de luces", comenta. Apenas una hora después, una réplica volvió a sorprenderle. "En esta ocasión fue mucho más corta, de unos diez segundos".

Ródenas, conciente de la alarma que la noticia del sismo iba a generar entre sus allegados quiso adelantarse y evitar preocupaciones a sus seres queridos. Rápidamente escribió varios mensajes de whatsApp a su familia y amigos indicando que se encontraba perfectamente y que no se asustaran al escuchar las informaciones que llegaran desde Italia.

Ya por la mañana, la capital italiana amanecía con relativa tranquilidad. Ródenas, que trabaja en una agencia de viajes que organiza visitas guiadas al Vaticano, señala que a primera hora el Ministerio de Bienes Culturales italiano ha inspeccionado el Coliseo y sólo tras verificar que no había sufrido ningún daño ni tenía ninguna grieta ha abierto sus puertas. En el resto de iglesias y monumentos romanos, incluso en el propio Vaticano, las visitas turísticas se han realizado con total normalidad.

Como cada miércoles, el Papa Francisco ofrecía una audiencia pública en el Vaticano que hoy se ha centrado en mostrar "la cercanía y el gran dolor compartido con las víctimas del terremoto", según ha señalado el Sumo Pontífice.

Ródenas, periodista de formación, sigue atentamente el minuto a minuto del terremoto a través de los medios italianos. "El movimiento sísmico ha tenido lugar en una zona de pueblecitos pequeños, con viejas casa de madera y piedra que no han resistido. Al principio hablaban de 20 muertos y la cifra de víctimas ya ha ascendido a más de 70", lamenta.