Un día gris en la playa de Poniente de Benidorm. Los servicios de salvamento rescataron ayer a un hombre de 71 años de las aguas de la zona de Tamarindo que había sido arrastrado por la resaca. A pesar de practicarle las maniobras de reanimación durante más de media hora no pudieron hacer nada por salvarle la vida, según informaron diferentes fuentes consultadas por este periódico.

Un amplio despliegue de medios de la Policía Local y de la Nacional así como del servicio de socorrismo de Benidorm se puso en marcha sobre las 13 horas cuando varios bañistas fueron avistados desde la costa pidiendo auxilio. Un socorrista entró al rescate y se encontró con hasta cuatro personas con síntomas de ahogamiento. Entonces, otros tres efectivos de salvamento se sumaron al operativo. En el momento de llegar a la orilla, los socorristas observaron a una persona flotando y se lanzaron al agua pero la zodiac ya se dirigía a la zona y rápidamente se subió a las víctimas a la embarcación, donde comenzaron las tareas de reanimación. Unas maniobras que continuó el SAMU en la arena, hasta que certificó el fallecimiento de este hombre de 71 años.

En el momento del suceso ondeaba la bandera amarilla en la playa de Tamarindo, y, poco después, el servicio de socorrismo izó la bandera roja, según informaron diversas fuentes. Al parecer, la corriente sorprendió a los bañistas en una día que se presentaba en calma.

El gran despliegue de medios, por el que se llegó a montar una carpa blanca en el propio arenal, captó la atención de cientos de turistas y vecinos que se encontraban en ese momento disfrutando del lunes festivo con motivo de la Asunción. Varios testigos indicaron que la víctima se encontraba acompañada de sus familiares. Además, otras fuentes señalaron que la víctima era un buena nadador, por lo que se entiende, en un principio, que pudo haber perdido el concomiento.

Desafortunadamente, las playas de las Marinas han sido escenario en lo que va de verano de múltiples sucesos como el vivido ayer en la zona de Poniente de Benidorm. Al inicio de la temporada estival hasta tres personas perdieron la vida en las playas de Dénia, mientras que semanas después se repitieron episodios similares en los arenales de Calp, Moraira, y en la primera semana de agosto en la playa de Levante de Benidorm.