Este año los vendedores ilegales que tomaban la arena del Postiguet de Alicante desde hace varios veranos ofreciendo todo tipo de productos con sus cartas y sus neveras, que escondían en la arena cuando veía a un agente, y los que recorrían la playa de San Juan, apenas se dejan ver. La causa, el aumento de la presión policial que está dando sus frutos, y que ejercen la nueva brigada de 24 agentes de la Policía Local para el litoral del municipio y la «policía montada», los ocho agentes de Policía Nacional que recorren los paseos para prevenir los robos y otros actos ilegales. Los policías locales que refuerzan la vigilancia de las playas alicantinas llevan esposas, porra, una libreta y una emisora para comunicarse, pero no pistola, por lo que de producirse un problema que exceda su competencia deben avisar a otro cuerpo policial. Hasta primeros de verano, la Policía Local había levantado 180 actas en el entorno del Postiguet por venta ambulante y 60 más en la playa de San Juan. j. hernández