La Vila Joiosa festejó ayer el día grande de sus fiestas de Moros y Cristianos y salió en masa a la calle para rendir honores a la patrona de la localidad, Santa Marta. Una misa mayor por la mañana y una procesión por la tarde fueron los dos platos fuertes de la jornada, con la que los vileros recuerdan el «milagro» de la salvación de la localidad del ataque de los piratas berberiscos capitaneados por Solimán, el Magnífico, el 29 de julio de 1538, y que se atribuye a la santa.

Festeros de las compañías Pescadors y Guardia Negra fueron los encargados de portar a hombros a la patrona, a la que también acompañaron los cargos festeros, autoridades y cientos de festeros y vecinos, como muestra de su devoción.

La Vila vivirá este fin de semana los últimos actos de sus fiestas, que comenzaron el domingo y han estado marcados por la alta participación de público en todos los actos.