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Benidorm

Los nuevos «superalimentos»

Las semillas de quinoa o de chía poseen hasta tres veces más propiedades que los productos de la dieta tradicional

Platos a base de «superalimentos». josé palazón

Semillas con «superpoderes». Así se podría definir a nuevos alimentos como la quinoa o las semillas de chía que están irrumpiendo en la dieta tradicional. Poseen tres veces más proteínas que un producto convencional, en el caso de la chía más calcio, y más antioxidantes que los propios arándanos. Estas cualidades hacen que a cereales como éstos se les denomine «superalimentos».

Los beneficios de estas semillas y, en especial, cómo integrarlas a los platos de la dieta veraniega, fueron el objeto de un taller organizado este fin de semana por la Concejalía de Comercio de Benidorm, la Asociación Independiente de Comerciantes (AICO) y el establecimiento El Granero -especializado en alimentación «bio»-.

«Las ensaladas son perfectas para la quinoa», señaló la responsable del taller y asesora en alimentación ecológica, consumo responsable y comercio justo del establecimiento, Lirian Da Silva, quien recordó que este tipo de semillas deben siempre ser lavadas muy bien antes de ingerirlas, dadas las toxinas que contienen. Los platos en los que el arroz está presente es otra de las alternativas para la quinoa, que se puede sustituir por éste. En el caso de las semillas de chía, en el taller se usaron para elaborar un gazpacho, aunque también se pueden comer crudas o ser utilizadas para espesar las salsas. Da Silva subrayó que este producto contiene también omega 3 y 6 y aporta muchísimos nutrientes.

Fuera alergias

En el taller de estos «superalimentos» apuntaron que estos productos son aptos para el consumo de quienes padecen alergias, como en el caso, por ejemplo, de los celíacos. «Decidimos realizar este taller ya que muchos clientes nos preguntan a diario no sólo por los beneficios de estos «nuevos productos», sino también porque tienen muchas dudas acerca de cómo integrarlos en su dieta», afirmó la asesora. Si bien su precio es relativamente elevado -de 9 a 12 euros el kilo- no se compara, según Da Silva, con los amplias propiedades que aporta al organismo.

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