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Las limpiadoras de hotel se agrupan en Benidorm para reivindicar mejoras laborales

El colectivo, formado por mujeres de toda la Marina Baixa, persigue dar visibilidad a la precariedad de sus contratos y a la sobrecarga de trabajo

Las limpiadoras de hotel se agrupan en Benidorm para reivindicar mejoras laborales

Dejar de ser invisibles para una gran parte de la sociedad y denunciar la precariedad laboral de un colectivo que representa al 30% de los trabajadores de los hoteles en la Costa Blanca. Estos son los dos objetivos principales de «Las Kellys» de Benidorm y la Marina Baixa, limpiadoras y camareras de piso de los hoteles de la ciudad que han dado los primeros pasos para formar una agrupación con la que reivindicar mejores condiciones de trabajo.

El colectivo está formado exclusivamente por mujeres, sexo que acapara prácticamente el cien por cien de los contratos de limpieza en establecimientos turísticos y que, en números globales, sólo en la ciudad podría rondar más de 3.000 trabajadoras y en toda España, casi 100.000, según datos aportados por una de sus portavoces locales.

Las «Kellys» de Benidorm ya han celebrado tres asambleas internas para empezar a coordinar diversas acciones, la última de ellas el martes y en la que participaron cerca de 60 personas. Además, ayer varias representantes mantuvieron reuniones para dar a conocer la asociación, tanto en el Ayuntamiento, donde entregaron un manifiesto para el alcalde Toni Pérez, la Concejalía de Empleo y ediles de todos los grupos políticos con representación municipal, como ante la patronal hotelera Hosbec, «quedando para una posible contestación y reunión para darnos a conocer y debatir nuestra situación», según afirmaron.

Mucho trabajo, poco salario

«Nosotras somos las que movemos la ciudad, una parte importante que hace que los turistas tengan una buena estancia en los hoteles y tenemos que dejar de ser invisibles», mantienen las mujeres que conforman el grupo de las «Kellys». Precisamente para hacerse visibles, además de las acciones públicas que pretenden llevar a cabo en Benidorm cuando su asociación acabe de tomar forma, tienen una amplia presencia en redes sociales, donde exponen la problemática a la que se ven sometidas a diario y que se resume en dos conceptos: mucho trabajo y poco salario.

Como ejemplo, basta con atender a los datos a nivel local. Según la información recabada por este diario, en la mayoría de los casos, las habitaciones asignadas a cada limpiadora no bajan de las 20-25 diarias: dos camas -o tres o cuatro en temporada estival- por habitación, además de la limpieza de baños, terrazas, mesitas, pasillos y otras estancias del hotel, por salarios que en muy difícilmente rozan los mil euros y con contratos que, en ocasiones, no reflejan todas las horas que realmente hacen. Fuentes del sector señalaron que este volumen genera numerosas dolencias que no están reconocidas como enfermedades laborales, uno de los principales caballos de batalla de este colectivo a nivel nacional.

Las camareras de piso también reclaman adelantos en la edad de jubilación -«Es insostenible que una mujer con 65 años esté haciendo 50 camas al día», dijo una de sus portavoces-, protección de derechos para las mujeres embarazadas, más inspecciones para frenar los «abusos», endurecimiento de sanciones a las empresas que no respeten los convenios colectivos o que se ponga coto a la externalización de estos servicios, entre otros.

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