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La incertidumbre del «Brexit» da al traste con la llegada de «bobbies» a Benidorm

Reino Unido descarta mandar policía británica destinada a mejorar la seguridad turística de la costa española durante este verano

La incertidumbre del «Brexit» da al traste con la llegada de «bobbies» a Benidorm

Las calles de Benidorm no serán patrulladas por «bobbies» este verano como estaba previsto. La incertidumbre creada a raíz del «Brexit» ha dado al traste con la llegada de policía británica a la capital de la Costa Blanca, según confirmaron ayer fuentes de la Delegación de Gobierno a este diario, quienes apuntaron que el convenio de colaboración entre ambos países para propiciar el intercambio de agentes no ha salido adelante por la inestabilidad que atraviesa la nación británica.

Como se recordará, el propio delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, adelantó el pasado mes de marzo en una visita a Benidorm que el convenio estaba muy avanzado a falta de cerrar los últimos flecos. Sin embargo, finalmente, las calles de Benidorm se han quedado sin la posibilidad de acoger a los agentes británicos.

El objetivo de la iniciativa era reforzar la seguridad turística en municipios como Benidorm y, de esta forma, repetir la experiencia piloto que ya se había desarrollado en otros puntos del país como Magaluf (Mallorca), donde se llevó a cabo este programa de intercambio cosechando un gran éxito. De ahí que el máximo responsable de la Delegación de Gobierno en la Comunidad quisiera importar esta iniciativa a Benidorm. Una ciudad que recibe miles de visitantes cada año, de los cuales el mercado británico representa, en estos momentos, más de la mitad del «pastel» turístico.

Por todo ello, con la llegada de «bobbies» a Benidorm se buscaba reforzar la seguridad turística no tanto por el número de efectivos sino por una cuestión del lenguaje. No hay que olvidar que, en ocasiones, los visitantes de otras nacionalidades tienen problemas a la hora de denunciar algún problema durante su estancia vacacional en la capital de la Costa Blanca por las barreras idiomáticas que les separan de las fuerzas de seguridad nacionales o locales.

Además, la mera presencia de «bobbies» ataviados con su característico uniforme también hubiera permitido dar un plus de seguridad a los visitantes británicos que transitan por las calles de la ciudad. Un objetivo importante si se tiene en cuenta la llegada masiva de visitantes a Benidorm por la inseguridad que registran otros destinos competidores.

Pese a todo ello, el gobierno británico rechazó la solicitud del Ministerio de Interior español. «Un intercambio en verano requeriría amplios recursos policiales y financiación que en estos tiempos de austeridad desafortunadamente no podemos asumir», trasladó el embajador de su majestad británica, Simon J. Manley en una carta, a la que ha tenido acceso este diario, dirigida al subdirector general de Cooperación Policial Internacional, Juan María Rueda. No obstante, durante otros veranos sí habían mandado efectivos a localidades como Magaluf. Asimismo, fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad indicaron que vía telefónica se les apuntó que la «incertidumbre que generaba el "Brexit" impedía que se llevara adelante el convenio de colaboración».

En cambio, municipios vecinos como Altea sí que cuentan este verano con la presencia de gendarmes procedentes de Francia para reforzar la seguridad turística de la zona. Desde la Delegación del Gobierno en la Comunidad explicaron que éste se debe a que el municipio alteano depende de la Guardia Civil y, en este caso, el convenio estaba sujeto a ese condicionante. Asimismo, Peñíscola (Castellón) también cuenta con policía francesa por el mismo motivo.

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