Los datos son los que son. Sólo el 26,6% de los establecimientos asociados a la patronal hotelera Hosbec están dirigidos por mujeres. Esto es, únicamente 62 hoteles optan por tener directoras al frente, de los 233 asociados que cuenta la patronal, según confirman fuentes de la misma. Eso sí, aunque no es posible saber los datos de una evolución de este tipo, sí que ha aumentado el número de las gerentes hoteleras, dado que hace 20 años no llegaban a 10, tal y como aseguran las mismas fuentes, aunque a todas luces es insuficiente ya que sigue siendo una gran diferencia con respecto al sector masculino.
No obstante, hay excepciones que auguran mejores expectativas. Este es el caso de la cadena RH hoteles, que cuenta con 15 establecimientos en toda España. De ellos, sólo son tres los que están dirigidos por hombres, según comentan fuentes de la misma. Un ejemplo de ello está en Benidorm, donde Ana Martínez está a cargo de RH Victoria y el RH Royal, ambos de cuatro estrellas y situados en pleno corazón de la capital de la Costa Blanca.
La peor tierra resultó ser la mejor
Pero la desigualdad viene de lejos. A finales de los años 50 empezó el boom turístico en Benidorm. Parecía una isla incomunicada que vivía al margen de lo que ocurría en el resto del país, atrasado bajo las órdenes del dictador Francisco Franco, que eso sí, daba concesiones al municipio, como el uso del bikini. Mientras tanto, en la ciudad turística se levantaban las primeras pensiones para acoger a cientos de visitantes con el fin de explotar al máximo las largas playas de, en aquel entonces, pueblo marinero.
En esos momentos, los dueños de las parcelas situadas a primera línea de playa -sobre todo de Levante- las dejaban en herencia en la mayoría de los casos a sus hijas, en cambio, le daban las tierras agrícolas del interior a los varones, porque creían que les sacarían más rendimiento, dado que en ese momento la economía de la localidad no dependía del turismo, ni se atisbaba que en el futuro sería el principal sustento de la mayoría de sus familias.
Y aunque fuera de propiedad de los hombres, el peso de la empresa era para la mujer, ya que la mayoría de sus maridos eran marineros que pasaban parte del tiempo fuera faenando. Pero con el tiempo, la situación cambió, tal y como relatan fuentes de Hosbec. A día de hoy, y sabiendo que es la principal fuente de ingresos, estas pequeñas pensiones reconvertidas en grandes hoteles, ya no tienen tanto peso en las mujeres, e incluso son empresas familiares las que ocupan la propiedad de muchos de ellos.
